Audi SQ5 2018: prueba de manejo

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Por Gilberto Samperio (@gilsamperio)                    Fotos: Carlos Quevedo

 

Ya probada en el número 265 de AP, ahora toca el turno de valorar su vertiente de pretensiones deportivas pero sin caer en los excesos que las siglas RS demandan en los productos estrella de Audi. El apelativo S alude a una motorización digna de un entusiasta: se trata del V6 de 3.0 litros turbocargado que entrega unos muy respetables 354 HP y un impactante par-motor de 500 Nm (368 libras-pie), en un supuesto empaque discreto y familiar.

 

 

En esto último, hay que reconocer que la fisonomía de esta Q5 apunta hacia lo adusto y sencillo antes que lo llamativo o aparatoso. Solo la parrilla, las enormes pinzas de freno en rojo –las delanteras con seis pistones, envidia de cualquier deportivo–-, escape doble y discretos anagramas confirman su talante de muy buenas prestaciones.

 

 

Por dentro existen los obligados elementos de alto rendimiento, como los asientos de cubeta –con un sutil grabado S en el respaldo y calefaccionados–, las costuras contrastantes o el volante achatado en su parte baja.

 

 

Si nos referimos al tablero, el Drive Cockpit declara sus intenciones de ejemplar insignia, con las dos pantallas –principal y central–, dominando todos los despliegues informativos y de gestión de amenidades o confort. Casi no hay indicadores analógicos –salvo el de combustible y temperatura del motor, aunque se apoyan en barritas LED–, lo que reduce sensiblemente el número de perillas y mandos. Una simplicidad bien aprovechada a tono con la calidad de sonido del sistema Bang&Olufsen.

 

Por cierto, la habitabilidad de las segundas plazas y una cajuela decente se conservan; aunque pueden olvidarse si miramos el enorme techo de cristal que protege nuestras cabezas. Un detalle de lujo muy extendido en el rubro de las SUVs premium y representativo.

 

 

En cuanto al dinamismo, esta SQ5 nos sorprende con una rapidez casi inmediata tan solo al superar un tercio de la carrera del pedal del acelerador. Dado el pulimento del tren motor, y la solicitud de la caja –automática de ocho relaciones con varios programas: Allroad, Efficiency, Comfort, Auto, Dynamic, Individual, Lift/OffRoad–, las velocidades de tres dígitos se consiguen pasados los seis segundos, también culpa de la excelente adherencia proporcionada por la tracción integral Quattro, firma única de la casa. A esa contundente respuesta ayuda mucho el escalonamiento corto de la caja, que en aceleración a fondo no deja caer al V6 por debajo de las 5,000 rpm. Una cualidad muy apreciada entre los que aman la conducción veloz.

 

 

Su rodaje en zonas de montaña resulta muy placentero, merced de una suspensión neumática –opcional–, una dirección muy fiel, así como una diferencial central autoblocante de afinación deportiva. Todo suma para que la actitud en curvas sea prácticamente perfecta, sin apenas balanceo, ocasión de una mayor altura.

 

 

Respecto a los frenos, su retención es digna de un buen deportivo, pues si bien no queda por debajo de los 37 metros, está apenas arriba de esta meritoria cifra.

 

Del gasto de combustible, solo podemos observarlo en vías rápidas sin mucho carga, porque resulta difícil conseguir consumos del orden de los 15 km/l si vamos al máximo de sus posibilidades viajeras, ya en rapidez, ya en capacidad de carga.

 

 

Por una inversión de casi 1.1 millones de pesos, accedemos a una de las SUVs compactas más completas en términos dinámicos y de lujo del mercado mexicano. Si bien pueden existir opciones más accesibles, pocas ofrecen el desempeño veloz y divertido asociado a la sigla S de la casa Audi. Una oferta tentadora, tanto para la familia como para el entusiasta escondido bajo la coraza de papá. 

 

Unidad probada

1,135,400 pesos (a fecha de la publicación)

 

NOS GUSTA

-      Aspecto discreto

-      Calidad de marcha

-      Potencia y caja

 

NOS GUSTARÍA

-      Más detalles al interior

-      Mejor ahorro de combustible

-      Opciones ya incluidas

 

Resumen técnico

MOTOR

Tipo/cilindrada: V6, 2,995 cc turbo

Potencia máxima: 354 HP a 5,400 rpm

Par máximo: 500 Nm a 1,370 rpm

TRANSMISIÓN

Caja: Automática, ocho velocidades

Tracción: Integral permanente

DIMENSIONES

Peso vacío: 1,970 kg

Largo x ancho x alto: 467 x 189 x 163 cm

Distancia entre ejes: 282 cm

Cajuela: 550 litros

PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)

0 a 400 metros: 14.48 s

Rebase 80 a 120 km/h: 4.47 s

Frenado de 100 a 0 km/h: 36.8 m

Consumo medio: 9.6 km/l