Volvo i-Art, nueva gama de motores Diesel

Suena a la última aplicación de teléfono móvil, pero todo el arte de i-Art reside en la ingeniería que hay detrás del sistema de inyección de los nuevos motores Diesel que proyecta lanzar Volvo.

Miguel García Puente

Volvo i-Art, nueva gama de motores Diesel
Volvo i-Art, nueva gama de motores Diesel

Dentro de la marca sueca consideran que el nuevo sistema de inyección, que funciona a 2.500 bares de presión, será una revolución comparable a la que supuso la sonda lambda, un invento también de Volvo, que fue  imprescindible para el nacimiento de catalizadores eficaces para los motores de gasolina. Los nuevos sistemas de inyección se aplicarán por primera vez en la familia de motores VEA (de Volvo Engine Architecture), que se lanzará en otoño de 2013 en formato de cuatro cilindros, junto con las nuevas cajas de cambio de 8 velocidades. Se encuadra en la anunciada remodelación completa de Volvo en cuanto a su arquitectura de motores y de carrocerías (al estilo de EMP2 de PSA  y de MQB de Volkswagen), cuya primera expresión será la renovación del Volvo XC90 que se lanzará a finales de 2014.

¿Cómo funciona i-Art?

Los modernos motores Diesel cada vez son más finos al funcionar, suenan y vibran menos, con consumos cada vez más bajos. La clave es que no inyectan el gasóleo de golpe cada vez que corresponde, sino que van inyectando en dosis pequeñas, minúsculas, para ir "preparando" la combustión, calentando la cámara, para que no se haga de golpe. Como un buen guiso, aunque sea en décimas de segundo, hay que usar todo el tiempo disponible. El problema hasta ahora es que al empezar a echar combustible, a diferencia de la cocina, no hay nadie que "agite el frasco" para que las siguientes gotas sigan cayendo como es debido. No sólo no hay mucho tiempo para corregir lo que sucede durante el ciclo de inyección, sino que hasta ahora tampoco existían los sensores para verificar que se inyectaba bien.
 

El sistema i-Art de Volvo se basa precisamente en esto, i-Art añade un sensor en cada uno de los inyectores, no solo en el "common-rail", para poder actuar con rapidez, y cambiar los parámetros en función de las fluctuaciones de presión derivadas de haber dejado caer las primeras gotas. Si que existen en otros fabricantes sensores para conocer la presión dentro de la cámara de combustión a medida que esta se produce, pero aunque es interesante, porque corrige conforme a los resultados, es más rápido actuar sabiendo lo que "se va a abrir el grifo" del combustible y ajustándolo a las necesidades.


 

Es una tendencia que los propios actuadores sean sensores capaces de evaluar su trabajo. Un ordenador sobre cada inyector monitoriza en tiempo real la presión de la inyección, en lugar de los sistemas convencionales, que solo registran la presión que existe en el common-rail, el conducto de que se alimentan los inyectores de cada uno de los cilindros. Es previsible que, como dice Volvo, el sistema conseguirá motores con mejor respuesta, más inmediata, pero también más suave. "Crearemos motores más pequeños y más inteligentes, que convertirán los motores V8 en dinosaurios". Eso sí, lo harán con la ayuda de electrificación (es decir, motores híbridos). "Nuestros motores de cuatro cilindros ofrecerán más prestación que los actuales de seis cilindros y con consumos inferiores a los de nuestros cuatro cilindros actuales", concluye la nota de prensa de Volvo.