El VW GEN.E no es un concept-car de un futuro modelo (o no sólo eso), sino un conjunto de tecnologías que Volkswagen está desarrollando para dar forma y función a sus futuros coches eléctricos. Definitivamente el coche eléctrico parece que se postula como el futuro inminente. Hoy Volkswagen ya dispone de un convincente e-Golf, no obstante limitado por el nivel tecnológico propio del arranque de esta tecnología en el mundo del automóvil y las infraestructuras necesarias para cerrar el círculo de la viabilidad del coche eléctrico.
El primer avance exponencial del Volkswagen GEN.E está en su autonomía. Volkswagen quiere ofrecer en su segunda generación de coches eléctricos no menos de 400 kilómetros de alcance. Y también quiere simplificar los procesos y tiempos de recarga de la batería. El proyecto GEN.E contempla robots autónomos que se conectarían a nuestro coche, es decir, Volkswagen también trabaja en el desarrollo de infraestructuras que permitan consolidar el uso natural del coche eléctrico.
El Volkswagen GEN.E esconde más secretos tecnológicos e industriales que oficialmente la marca no ha comunicado. Sin embargo, analizando el diseño del GEN.E, su silueta y ciertos rasgos nos han llevado a imaginarnos cómo podría ser el futuro VW Golf. El frontal del GEN.E parece seguir una evolución lógica y natural de lo conocido en la marca. La tecnología de luces de tipo led parece influir tanto en la capacidad de iluminación de los faros, como en el propio diseño del coche: ópticas cada vez más pequeñas y trazos muy llamativos para resaltar la función de la luz diurna. La vista lateral del GEN.E también resulta una evolución lógica de cierta línea maestra icónica de Volkswagen.
El reciente restyling del VW Golf actual ha activado la cuenta atrás de la que será su 8ª generación, que deberá llegar antes de 2019. El VW GEN.E puede prefigurar mucho su diseño general, como ciertos detalles muy concretos pudieran verse en la que sería la versión eléctrica. En el GEN.E, el falso pilar trasero no linda con la ventana lateral, sólo une el techo con la aleta, dejando un pasillo por donde se canaliza el viento, una solución aerodinámica que ayudaría a reducir sustancialmente la resistencia al aire.
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