Nuevo VW Golf 1.0 TSI: superprueba con todas las mediciones

La séptima generación del compacto más famoso y deseado de todos los tiempos, el Volkswagen Golf, se actualiza a mitad de su vida comercial. Exteriormente apenas cambian los faros (los opcionales de xenón se sustituyen por unos de led), además de muy ligeramente el diseño de los paragolpes, las aletas delanteras y las llantas, con lo que habrá que agudizar bien la vista para diferenciar al modelo nuevo del saliente.

En el interior del Volkswagen Golf las novedades también son menores, aunque una de ellas resulte mucho más vistosa, ya que la pantalla táctil de la consola central para manejar el sistema de info-entretenimiento crece en tamaño y calidad. De las tres opciones de 5, 5,8 y 8 pulgadas se pasa a 6,5, 8 y 9,2 pulgadas, si bien en un principio en España se partirá de la intermedia de 8” que equipa nuestro protagonista. Cambian hardware y software, por supuesto con Android Auto, Apple Car Play, Mirror Link e incluso en la versión de 9,2”, denominada «Discover Pro», con la posibilidad de manejo gestual para cambio de emisoras de la radio, canciones… pero no volumen.

La pantalla del nuevo VW Golf ahora tiene mayor definición, se siente más precisa en su manejo y, aunque se ha recurrido a un panel táctil para el acceso a los menús principales, resulta de agradecer que se hayan mantenido los dos diales físicos para volumen y cambio de emisoras. También en opción llega la instrumentación digital configurable con una pantalla de 12,3 pulgadas.

VW Golf 1.0 TSI: tan rápido como un GTI mk1

Mecánicamente, la única novedad destacable de la gama del Volkswagen Golf es la irrupción de un motor de gasolina 1.5 TSI con dos versiones: de 150 CV con desconexión de cilindros (ACT), camisas de acero con tratamiento de plasma, turbo de geometría fija, sistema de gestión térmica por etapas… y de 130 CV con ciclo Miller en lugar de Otto, turbo de geometría variable y desconexión del motor al activarse la función de navegación a vela entre otras exquisiteces. Aunque para la prueba de estas versiones nuevas aún habrá que esperar.

Por el momento, nos ponemos en prueba con otro integrante de esa familia de motores: el 1.0 TSI de sólo 3 cilindros y 110 CV de potencia. Se trata del propulsor menos potente de toda la gama (Diesel incluidos), pero que a la postre resulta uno de los más satisfactorios también. Con él, este Golf es capaz de sacar los colores al 1.6 GTI de 1982 con carrocería de primera generación ya con 6 velocidades. Y es que según, nuestras mediciones, frente a aquel, hoy convertido en mito, este Golf 1.0 TSI apenas pierde dos décimas de segundo en las mediciones de aceleración, mientras su consumo medio casi lo podemos dividir por dos: con 4,2 l/100 km menos en carretera (5,0 frente a 9,2) y 3,9 l/100 km menos en ciudad (6,5 frente a 10,4). Vamos, que en carretera se queda incluso a una décima del 1.6 TDI Diesel.

Y eso que esta versión 1.0 TSI del Golf, con 5 CV menos de potencia (115 CV el 1.6 TDI) y ya con la nueva política de la marca de ajustar lo máximo posible las emisiones y consumos de homologación a los reales en su uso, ha aumentado muy ligeramente su gasto respecto al modelo saliente: alrededor de 0,2 l/100 km de media. También pierde algo más en prestaciones. Cuestión de exigencias medioambientales y de emisiones.

Eso sí, comparado con sus rivales, este Golf 1.0 TSI de 110 CV es de los más rápidos en aceleración, el mejor en recuperación y el que menos consume en carretera, con unos registros en ciudad a cuatro décimas del completamente nuevo Hyundai i30 1.0 T-GDI. Y es que, a pesar de su pequeño tamaño, tecnológicamente éste es uno de los propulsores más avanzados del Grupo Volkswagen. Incluye inyección directa, turbo, distribución variable, tres circuitos de refrigeración independientes y, para reducir las vibraciones típicas de esta arquitectura, un volante de inercia bimasa y un amortiguador a cada extremo del cigüeñal.

Así es su comportamiento

Al volante, este Volkswagen Golf 1.0 TSI transmite una gran sensación de par (de los tricilíndricos Euro 6 es de los que ostenta valores más altos), con un poderoso medio régimen y muy lleno en todo su régimen. No en vano, parece tener mayor cilindrada que la que marcan los 999 cm3 de su ficha técnica. En cuanto a agrado de uso cumple notablemente, si bien a alto régimen se siente ligeramente más áspero que el suntuoso 1.0 T-VTEC del nuevo Honda Civic, mientras que no sube de régimen con tanta celeridad; aunque sobre la carretera el alemán sea más rápido. Además, de todos los que han pasado por nuestras manos es el que menor rumorosidad registra y el que más rápido recupera, gracias también a unos escalonamientos del cambio muy apropiados.

En todo ello tiene especial relevancia el bajo peso del Volkswagen Golf, que gracias a la ligera plataforma modular MQB se posiciona con algo más de 1.200 kg como el más liviano entre todos sus congéneres. Y es que este Golf enamora nuevamente también por su gran comportamiento: con gran agilidad en sus movimientos, pero también con una pisada sólida que transmite mucha confianza y facilita su conducción incluso en los escenarios más complejos. Siempre resulta bien apoyado por una amortiguación que logra un óptimo compromiso entre firmeza y confort, unos frenos con un mordiente que invitan a apurar al máximo la frenada y una precisa dirección que transmite fehacientemente todo lo que sucede entre las ruedas y el asfalto.

Nos parece idóneo también el equipo de ruedas en medida 205/55 R16 que equipan en España las versiones Advance, que frente a otros mercados además de ésto y la ya mentada pantalla de 9 pulgadas, incluye sensores de luz y lluvia, de aparcamiento delanteros y traseros, conexión USB y Bluetooth.

El interior del nuevo Volkswagen Golf

Y, si en cuanto a comportamiento continúa esa gran apuesta por el equilibrio que tan célebre ha hecho al Golf, siempre tratado de ser imitado por la competencia y deseado por muchos conductores, la misma receta ha tratado de imprimirse en su interior. La ergonomía es destacable, con regulaciones tanto de asiento como volante muy amplias y asientos cómodos que recogen suficientemente el cuerpo, si bien a las tallas más pequeñas puede parecerles excesivamente larga la banqueta. Todos los mandos quedan a mano, siendo fáciles e intuitivos de manejar. Atrás encontramos buen espacio para dos adultos, con un asiento cómodo, aunque para tres, como es norma, anda justo. El acceso es cómodo y, desde cualquier plaza, ofrece buena visibilidad. El maletero es algo pequeño (305 litros si equipa rueda normal de repuesto y 380 si no), pero sus regulares formas facilitan el aprovechamiento de todo el espacio, bien pertrechado con toma de 12V, ganchos para colgar bolsas y una práctica portezuela tras el reposabrazos central trasero para la carga de objetos largos como esquís.

A la clásica sobriedad del diseño del Volkswagen Golf le acompaña una calidad de materiales que ya no es diferencial, con mucho plástico duro, pero de ensamblado perfecto. Pese a ello, su apariencia es muy buena y prácticamente todos los huecos en los que dejar objetos están forrados con moqueta o goma para evitar ruidos parásitos. Se ha tratado de cuidar hasta el mínimo detalle.

En cuanto a los sistemas electrónicos de ayuda a la conducción puede contar con un elevado número de dispositivos. Entre ellos, la conducción semiautónoma por autopista en retenciones hasta 60 km/h, frenada de emergencia con detección de peatones, alerta por cansancio, de cambio de carril involuntario, de asistencia al aparcamiento o maniobras con remolque entre otros muchos. En definitiva, un gran Golf… como siempre.

También te puede interesar:

Así es el nuevo VW Golf 1.5 TSI

Probamos el VW Golf GTI TCR

Probamos los VW e-Golf y Golf GTE