Un coche construido con madera puede parecer algo complicado, pero Joe Harmon lo ha hecho posible. Este diseñador de Carolina del Norte comenzó su proyecto en la universidad después de inspirarse en el avión militar Havilland Mosquito, un bombardero con parte de su estructura de madera.
En el caso del Splinter, un 90 por ciento está compuesto por este material biodegradable. Hablamos del chasis, de la suspensión, de las puertas (que son de apertura de tijera) y hasta las ruedas. Aunque, obviamente, el neumático sigue siendo de su compuesto habitual. El corazón de este coche es un propulsor de gasolina V8 de siete litros que desarrolla 650 CV y que está acoplado a una caja de cambios manual de seis velocidades.
Este superdeportivo de madera totalmente funcional se presentó en el salón de tuning Essen Motor Show de hace un año y el padre de la criatura, Joe Harmon, reconoce que no lo ha desarrollado con la intención de venderlo, sino como una forma de dar ideas a las marcas sobre formas de aligerar el peso y el precio de los modelos de fabricación en serie.
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