“El diseño potente y ambicioso del Alpenglow evoca el futuro de Alpine y nuestra visión del motorsport del mañana. Con una tecnología que incorpora el hidrógeno, reforzamos nuestro compromiso con un futuro responsable y con el auténtico placer de conducir”. Así resume Laurent Rossi, el presidente de Alpine, lo que es y significa este concepto, sin duda el más llamativo, de largo que hemos podido contemplar en el Salón de París 2022.

La Alpine del futuro aspira a seguir evolucionando el coche deportivo, ofreciendo las mismas sensaciones y emociones de conducción, al tiempo que se avanza hacia las emisiones limpias vía una deportividad sostenible con soluciones de emisiones limpias como puede ser la propulsión usando como combustible hidrógeno verde para sus gamas de carretera y de competición.
¿Qué significa Alpenglow? Es ese resplandor del cielo anaranjado antes de amanecer y justo después de atardecer que da nombre a un monoplaza donde el conductor se encuentra en una posición central, unido al habitáculo y rodeado por dos depósitos de hidrógeno a 700 bares. El habitáculo del Alpine Alpenglow adopta la forma de un casco transparente y azulado que permite vislumbrar la silueta del conductor desde fuera.
Capítulo especial merece el volante del Alpine Alpenglow, inspirado en las carreras de resistencia, con levas de cambio transparentes y retroiluminadas. La parte inferior del volante también cuenta con dos selectores con varias funciones integradas que recuerdan directamente a los volantes de Fórmula 1 y LMP1. Permiten que el concept-car tenga varios ajustes, como el « track control » o la frenada regenerativa. El volante del Alpine Alpenglow también cuenta con un botón de adelantamiento para obtener más potencia. Para arrancar el vehículo, el conductor dispone de una llave en forma de prisma que se introduce en el volante. Esta llave completa la pirámide central, que se ilumina al arrancar el coche y da vida al vehículo.

También es especialmente llamativo el lenguaje óptico. Delante, haz lumínico de lado a lado con los bordes teñidos de rojo, evocando un cometa entrando en la atmósfera, y reforzado por esa lluvia de estrellas simbolizada por triángulos luminosos surgiendo alrededor de los faros. Detrás una gradación luminosa de diferentes tonos de azul nos refuerza las emisiones limpias de Alpenglow, al emitir solo vapor de agua fruto de la combustión del hidrógeno al reaccionar con el oxígeno.
Llantas transparentes, igual que el alerón trasero terminan de darle al coche ese aspecto liviano que siempre ha caracterizado a los Alpine, aunque sin olvidar que este Alpine Alpenglow tiene una longitud de más de 5 metros, una anchura de más de 2 metros y una altura de menos de 1 metro.

¿Y qué veremos de este coche en los futuros Alpine de serie? Tres son los modelos que están por venir, todos ellos 100% eléctricos: un deportivo para el segmento B, un SUV del segmento C y el sustituto del A110, respectivamente en 2024, 2025 y 2026. La firma lumínica del Alpenglow formará parte de los códigos de diseño que veremos en estos modelos tanto en la parte delantera como en la zaga. Además, los futuros Alpine también contarán con un volante intuitivo y deportivo inspirado en el Alpenglow. En cuanto a los materiales utilizados, el carbono - incluido el reciclado - se utilizará en los futuros coches para garantizar la ligereza de la que se enorgullecen todos los Alpine.