Renault Mégane R.S. Ultime: el deportivo compacto se despide con su edición más exclusiva y eficaz

Sólo se fabricarán 1976 unidades de este súper GTI de 300 CV equipado con autoblocante delantero, neumáticos semi slick, pantalla de telemetría y una personalización que de inmediato le convierten en un objeto de culto

Óscar Díaz.

Sólo se fabricarán 1.976 unidades del Renault Mégane R.S. Ultime, el GTI más excitante de una saga que cumple 20 años.
Sólo se fabricarán 1.976 unidades del Renault Mégane R.S. Ultime, el GTI más excitante de una saga que cumple 20 años.

La descarbonización, la electrificación en el automóvil se está llevando por delante buena parte de categorías y modos tradicionales de entender la automoción, entre ellos los súper GTI. ¡Lástima! Pues los avances en materia de chasis, de rendimiento de motores, de neumáticos estaban dando productos realmente apasionantes. Rápidos y fáciles de conducir hasta extremos difíciles de describir y sólo exigentes, realmente exigentes dado su potencial y velocidad, cuando se busca arañar las últimas décimas de segundo, o segundos, frente al cronómetro.

Pero antes de la progresiva e inminente desaparición, aún quedan sorpresas tan excitantes y exclusivas como el Renault Mégane R.S. Ultime, que como su nombre indica, pone el broche de oro a una saga, la del Mégane RS, iniciada hace ya dos décadas, cuando se lanzó la versión deportiva de aquella segunda generación de motor turbo, tracción delantera, cambio manual y 225 CV de potencia. Serán sólo 1.976 unidades las que se construyan, cifra elegida para recordar la inauguración de Renault Sport, todas ellas con la firma de Laurent Hurgon, el piloto responsable de la puesta a punto de su chasis y quien llevó al Megane R.S. a convertirse en el GTI de tracción delantera más rápido en el circuito de Nürburgring. (Pulsando aquí tienes todos los detalles de ese hito).

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Renault Mégane R.S. Ultime.

Así es el Renault Mégane R.S. Ultime

La puesta de largo del Mégane R.S: Ultime, en el Salón del Automóvil de Tokio, descubre un coche prácticamente inconfundible. No en vano ha sido desarrollado a partir de los muy buenos Mégane R.S., de los que estéticamente se diferencia no sólo por los logos de doble rombo, por la personalización con adhesivos de bandera ajedrezada, en la tarjeta manos libres o los umbrales de acceso. También los colores de resalte en difusor trasero, tiradores de las puertas, llantas, difusor trasero… dejan claro que no es un Mégane más, ni tampoco un R.S. al uso. Como aquel, también cuenta con las aletas ensanchadas respecto de los modelos menos deportivos, nada menos que 60 mm delante, con un «branquias» encargadas de refrigerar neumáticos y frenos delanteros, y 45 detrás.

En el interior, destacan por imagen y función los imponentes asientos bacquet tapizados en Alcántara negro firmados por Recaro y elementos como la pantalla navegador de 9,3” o la instrumentación digital de 10”,  pero también detalles como la telemetría R.S. Monitor que debe aportar información relativa, y sólo aprovechable, a la conducción más exigente, incluyendo tiempos por vuelta.

En clave de uso diario, en cambio cabe incluir elementos como el sistema de sonido Bose, las ayudas al aparcamiento o elementos como el control de crucero adaptativo que día a día van ganando en peso específico durante la conducción. Eso sí, el equipamiento opcional no es grande: apenas el techo solar, el sistema de proyección de información Head Up Display y una funda protectora específica con la que protegerlo cuando —posiblemente— vaya a estar estabulado en un garaje.

Renault Mégane R.S. Ultime
Renault Mégane R.S. Ultime

La mecánica del Mégane R.S. Ultime

Potencia y eficacia son las señas de identidad del Renault Mégane R.S. Ultime. Son nada menos que 300 CV y 420 Nm los que llegan a las ruedas delanteras, canalizados por un rápido y eficaz cambio EDC de doble embrague y seis relaciones. Tanta potencia —con casi 167 CV/l superan incluso la potencia específica al impresionante Honda Civic Type R— no es fácil de llevar al asfalto. Y en este caso, el Mégane lo consigue recibiendo lo mejor de Renault Sport en forma de Chasis Cup (suspensión más firme con trabajo específico en muelles, amortiguadores y estabilizadoras, y autoblocante Torsen) acompañado de unos imponentes neumáticos Bridgestone Potenza S007 semislick en medida 245/35 calzados sobre llantas Fuji Light de 19”. Sólo así, con esa suma de potencia y motricidad, es capaz de anunciar esos 5,7 s en alcanzar los 100 km/h arrancando desde parado y alcanzar los 255 km/h.

Como no podía ser de otra manera, esta versión tan emocional cuenta con el sistema 4Control de cuatro ruedas directrices: toda una garantía de estabilidad a alta velocidad y de agilidad al conducir entre curvas o maniobrar en ciudad, pues no hay que olvidar cómo en un automóvil, incluso entre los más deportivos, la conducción adrenalítica ocupará solo una parte de la globalidad del uso, aunque sin duda la parte que más llegue al corazón.

 

Renault Mégane R.S. Ultime

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