Porsche 911 RSR: todo lo que no sabías del nueveonce de Le Mans

A falta de poco más de una semana para Le Mans, Porsche nos desvela algunos de los secretos que hacen al Porsche 911 RSR un coche único.

Alberto de la Torre. Twitter: @autopista_es

Porsche 911 RSR: todo lo que no sabías del nueveonce de Le Mans
Porsche 911 RSR: todo lo que no sabías del nueveonce de Le Mans

Desde hace 45 años el Porsche 911 RSR es un coche único. Desde la primera vez que pisó el asfalto de Le Mans, esta edición especial del nueveonce (de configuración exclusiva para la mítica carrera) devora kilómetros en el trazado galo con una imagen y acabado impensables en un vehículo de calle.

Como no puede ser de otra manera, el Porsche 911 RSR con el que los germanos compiten en las 24 horas de Le Mans no es apto para su uso en la calle, aunque su base sí proviene del deportivo que podemos ver por nuestras carreteras. En concreto, deriva de la versión GT3, de la que mantiene el motor (seis cilindros en línea y 4,0 litros que generan 500 CV).

Porsche 911 RSR

En el proceso de transformación a vehículo de competición, el Porsche 911 RSR adelanta el motor bóxer a la zona central y lo sitúa longitudinalmente, para conseguir una eficiencia mayor en circuito. Además, se trabaja para que el acceso a la mecánica sea lo más sencillo posible, para ganar tiempo ante cualquier imprevisto que pueda surgir, clave en una carrera de 24 horas. Además, para mejorar el comportamiento en carrera, la caja de cambios se sitúa justo detrás del motor, lo que obliga a retrasar el eje trasero 6,6 centímetros y conseguir, así, un coche más estable.

La parte trasera es el mejor ejemplo de lo que los ingenieros de Porsche pueden llegar a hacer, con un alerón de grandes dimensiones y un difusor de no menor tamaño que aumenta la carga aerodinámica hasta valores no conseguidos hasta ahora en las participaciones en Le Mans. A todo ello hay que sumar el trabajo de refrigeración que se ha llevado a cabo para conseguir que el motor sufra lo menos posible durante la mítica carrera.

Porsche 911 RSR

Todo el trabajo da sus frutos en un coche cuyo motor atmosférico pesa 40 kg menos que su equivalente en versión turbo, mejorando, además, sus cualidades a nivel de desarrollo y eficiencia en comparación con la versión turboalimentada. Los neumáticos son los segundos más anchos montados en un Porsche, con 310 mm en la parte trasera y 300 mm en la delantera y sólo superado por el Porsche 911 GT2 RS.

Como curiosidad, el Porsche 911 RSR monta dos detalles únicos para Le Mans. El techo es desmontable, para que el piloto pueda ser rescatado con mayor facilidad en caso de accidente, y cuenta con radar anticolisiones, que indica al piloto a qué velocidad y en qué dirección se mueven los coches que le van a alcanzar y así evitar riesgos innecesarios. Esta tecnología es de gran utilidad en Le Mans, ya que la diferencia de velocidad entre los prototipos LMP1 y los LMGTE (categoría en la que compite este superdeportivo) es enorme.

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