El primer concept car como tal de Peugeot nació en 1984 bajo la denominación Quasar. Como buen coche concepto, escaparate sin cortapisas no solo de diseño sino tecnológico. Su diseño corrió por cuenta de unos de los grandes, Gérard Welter. El último gran concepto de Peugeot nos llegó vía el e-Legend en 2018, con un atractivo y deseable aire retro pero adaptado a la modernidad de la electrificación –ojo, que desde la vista tres cuartos delantera vemos un deje a ese e-Legend-. Y ahora, cinco años después, Peugeot nos vuelve a llevar al futuro de la mano del Inception Concept, un modelo del que empezaremos a ver secuelas a nivel diseño y tecnológico a partir de 2025.
Construido sobre la plataforma STLA Large de Stellantis, nos encontramos ante una silueta berlina muy baja -1,34 metros- combinada con una carrocería de cinco metros de longitud. No puede ser de otra manera, 100% eléctrico, con tecnología de 800V y apoyado por una batería de 100 kWh para lograr autonomías en el entorno de los 800 km. Cargará 30 km por minuto e incluso podrá recurrir a la inducción. Movimiento gracias a dos motores eléctricos, uno delante y otro detrás, con una potencia combinada de 680 CV y acelerando de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos.

Estéticamente es una silueta poderosa, llamativa, pero muy limpia, aunque jugando con los ángulos y hombros poderosos para transmitir potencia y agilidad. Potente frontal marcado por un bloque que concilia parrilla y lenguaje luminoso delantero que a la vez ensancha y verticaliza esta vista. En el lateral, la barra informativa hacia el exterior marca la vista para dar paso a una trasera muy aguda, buscando mejorar al máximo la aerodinámica y donde también se reinterpreta el lenguaje lumínico de las tres garras del león jugando con efectos verticales. Llantas que evolucionan las que ya conocemos del Peugeot 408 con un león, en este caso, iluminado y que permanece estático cuando gira la rueda.
También es un coche muy luminoso buscando lograr amigabilidad en el interior. Sus 7,25 metros cuadrados de superficie acristalada garantizan luz que además se matiza gracias al tratamiento cromático para lograr tonalidades diferentes cuando interactúan con materiales interiores también concebidos para jugar cromáticamente y con reflejos. De puertas hacia dentro, llama la atención esa interpretación futurista del i-cockpit actual que nos lleva a que el volante de paso a lo que en Peugeot llaman Hypersquare y desde donde se conduce y controlan todas las funciones, desapareciendo cuando estamos parados o en modo de conducción autónoma, apareciendo entonces desde el suelo una gran pantalla panorámica. La actual pantalla superior de los Peugeot da paso a una pantalla circular. Todo esto pasará a la serie antes de final de esta década. Asientos hipercómodos, más anchos, envolventes, más bajos.