Eran años dorados de la historia de Opel, posiblemente con un estatus de marca al que no llega hoy. El Monza era un majestuoso Coupé derivado de la berlina Senator que, entre otras cosas, técnicamente destacaban por el valor añadido de sus motores de 6 cilindros y su tracción a las ruedas traseras. Pero eso es una historia de la que no toca hablar ahora.
El concepto Monza es un coupé de impactante planta del que por encima de cualquier otro detalle destacan sus puertas "alas de gaviota", una solución con muchas licencias de coche de salón, pero que tratándose de Opel que ya ha rebatido a la puerta convencional con la de apertura enfrentada en el Meriva... . El Monza no es una concesión sin límites al diseño y se ha tenido en cuenta la funcionalidad y la habitabilidad para que, por ejemplo, los pasajeros traseros dispongan de un espacio muy generoso en todas las direcciones y el maletero disponga de 500 litros de capacidad.
El Monza también adelanta la estrategia de Opel para diseñar los cuadros de relojes del mañana. Con imágenes proyectadas en 3D, 18 leds crean una pantalla multifuncional totalmente configurable y gobernable por órdenes táctiles y vocales, que simplifica la información visualizando solo la oportuna de cada momento. En este punto, vale la pena retomar la historia del desaparecido Monza, un adelantado de su tiempo, el cual en su momento estrenó una pantalla digital, un hito por aquel entonces.
Volviendo al futuro, Opel ha desarrollado en el concepto Monza una forma de conectividad con la que compartes tu smartphone con tu coche y en la que también el resto de pasajeros y amistades externas se pueden comunicar. Y evidentemente la conexión a internet es parte de la puesta en escena del Monza. Todas las tendencias de futuro están contempladas y Opel está desarrollando sus sistemas "CAr to car" y Car to X", con los que aparece una conexión integral con el resto de usuarios de la carretera, que abre una vía de comunicación para aumentar, entre otras áreas, la seguridad.
Construcción ligera
Pero bajo ese vanguardista cascarón hay mucho más que tendencia estilística e informática. El Monza responde a un método de construcción modular que empieza a sernos familiar, para flexibilizar su fabricación de tal modo que simplifica mucho su industrialización. Además, por fin hemos escuchado en la marca hablar de construcción ligera. El concepto Monza con sus 4,7 metros de carrocería pesaría 1.300 kilos, fruto de su diseño integral inteligente. La mecánica del Monza apuesta por evolucionar la implantada en el Ampera por Opel, una planta eléctrica de autonomía extendida para la cual, en el Monza aparece como motor térmico generador un inédito tricilindrico de gasolina 1.0 Turbo SIDI, a priori mucho más eficiente y específico para sus funciones. Además, funcionaría con gas natural para mejorar aún más el impacto medioambiental de CO2.
