El Citroën C4 Aircross, el vehículo más aventurero de Citroën, acaba de renovarse con la puesta en escena de dos nuevos colores: azul Muzzano y Rojo Chile, exclusivas de sus tres acabados más sofisticados, que se suman a los cinco tonos existentes. Además, las versiones Black, Seduction, Collection, Exclusive y Exclusive Plus han pasado a denominarse Live, Live Edition, Feel, Feel Edition y Shine respectivamente, llevando al terreno de los SUV ligeros la denominación actual en los turismos Citroën más populares.
En la actualidad, el Citroën C4 Aircross se ofrece exclusivamente con el motor Diesel 1.6 de 114 CV y cambio manual de seis relaciones que también se emplea en su clon, el Mitsubishi ASX y está disponible en una horquilla de precios que va de los 18.700 euros a los 27.525 euros, descuento promocional de 3.600 euros incluido.
Está disponible tanto en versiones de tracción delantera como de tracción a las cuatro ruedas (unos 2.100 euros más caras a igualdad de equipamiento) que cuenta con tres modos de utilización utilizables según las circunstancias. Son los 2WD de tracción delantera, los 4WD en que el par motor se reparte automáticamente entre las cuatro ruedas; y un tercer modo, Lock, que bloquea el diferencial central a baja velocidad para mejorar su capacidad en condiciones complicadas. Eso sí, la mejor motricidad va a suponer un pequeño coste en cuanto a consumo a favor del primero (4,6 l/100 Km por 5,0), que también resulta 0,8 segundos más rápido en la aceleración de 0 a 100 km/h. No varía, eso sí, su capacidad de maniobra, que se anuncia en unos muy buenos 10,6 m de diámetro de giro.
El equipamiento de los Citroën C4 Aircross
El cambio de denominación en la gama no ha supuesto una transformación en el equipamiento del Citroën C4 Aircross, que sigue siendo mejor que la media al montar ya desde el nivel básico Live el airbag de rodilla, la ayuda al arranque en cuesta, los retrovisores eléctricos y calefactados y las fijaciones traseras Isofix.
Los C4 Aircross Live Edition, unos 1.850 euros más caros, añaden el sensor de lluvia y luces, la guantera refrigerada, el climatizador automático y el sensor de parking trasero, en tanto que los Feel suman otros 990 euros más que se traducen en las llantas de aleación de 18”, el sensor de aparcamiento y los retrovisores con intermitentes integrados. Con 1.900 euros más se llegaría al techo panorámico, el arranque manos libre, los faros de xenón y el sensor de parking delantero de los Feel Edition, en tanto que el más sofisticado equipamiento, el Shine, cuenta con támara de visión trasera, lector de tarjeta SD, navegador y pantalla táctil de 7”.