Quizá te acuerdes del Renault EZ-Go, un coche autónomo compartido, con el que Renault exploraba como podrían ser los coches ciudadanos del futuro, allá por 2030. Pues para el Salón de Hannover de vehículos industriales ha presentado su visión de otra de las piezas fundamentales en el tráfico de la ciudad, el transporte de mercancías.
Renault EZ-Pro: un mini-tren de mercancías
El Renault EZ-Pro es una solución de movilidad mediante un vehículo autónomo, eléctrico, híper-conectado, capaz de transportar tras de sí hasta cuatro “vagones" eléctricos autopropulsados, autónomos, los que denomina EZ-Pro “pod". Van conectados de manera virtual, aunque Renault no tiene prisa en explicar de qué manera la tecnología resolverá este aspecto. En cambio, sí que han tenido en cuenta las necesidades de algunas empresas europeas punteras para mostrar el concepto de este vehículo.
Como muchos clientes necesitan una carrocería a su medida, modular y flexible, Renault ha desarrollado una base con todos los componentes mecánicos y electrónicos, sobre la que se puede acoplar un espacio a la medida. Un “contenedor" que incluso lo podría diseñar y producir un carrocero, no necesariamente Renault, tal y como ya sucede en la actualidad.
Los vagones tienen que ser grandes, muy grandes, les decían sus potenciales clientes, para no tener que volver a la base logística para volver a cargar mercancía. De este modo, cada uno de los vagones satélites tiene una capacidad de 12 metros cúbicos. Por eso, a primera vista se ven enormes, a pesar de que la longitud de cada vagón es de 4,8 metros, lo mismo que mide un Renault Espace.
No tienen paragolpes ni medidas de protección, dado que, como buenos coches autónomos, dotados de una innumerable cantidad de sensores, no se prevé que puedan tener accidentes. Su velocidad máxima en ciudad será de 50 km/h, aunque para sus desplazamientos a los centros logísticos se habrán diseñado para poder alcanzar los 70 km/h.
Gracias a que van acoplados solo virtualmente, el EZ-Pro podrá maniobrar bien por la ciudad. Aun así, consideran que el número máximo de vagones debería ser de cuatro, para no ser más largo que el autobús articulado de mayor dimensión en Europa.
La base mecánica es la misma plataforma que emplearía el EZ-Go, con una gran batería en la base, un motor eléctrico en las ruedas traseras y con cuatro ruedas directrices para mejorar la maniobrabilidad.
Renault EZ-Pro: un toque humano
En la “locomotora" del EZ-Pro va sentado un operador humano, que no conduce, como mucho ejecuta alguna maniobra mediante un joystick. En realidad, el operador humano se encarga de la operación logística, las rutas y la gestión. Los clientes que necesitan furgonetas, saben bien que el toque humano es imprescindible. A veces para realizar una entrega personal, otras para resolver situaciones imprevisibles.
El “no-conductor" de esta cabeza tractora puede enviar a cada uno de sus satélites de manera autónoma, sea para que se instalen a modo de “food-truck", como buzones móviles que se desplazan a la puerta del receptor y se abren mediante una app, para recoger mercancías… Según Renault no se trata de fijar cómo será el transporte en 2030 (“o incluso antes"), sino mostrar con un vehículo físico cómo cada actor de la ciudad puede imaginar los diferentes usos de un transporte así.
Por supuesto, con unas baterías para 300 km (es lo que pedían los clientes-tipo a los que preguntaron) y la conducción autónoma la plataforma resulta costosa. Sin embargo, los clientes piensan que resultarán rentables porque solo habrá un operador para cinco vehículos (el tractor solo tiene espacio para 6 m3 de carga). Además, podrán estar en operación dando servicio durante unas 20 horas diarios, si se desarrollan carriles para la carga inductiva durante la marcha.
En cuanto a sus dimensiones, el Renault EZ-Pro mide 4,80 metros de longitud, por 2,10 m de ancho y 2,20 metros de alto, mientras que la distancia entre ejes es de 3,88 metros. El peso total es de 2.500 kg para el vehículo que va delante, mientras que los vagones pesan 2.800 kg. Su capacidad de carga son de 1 y de 2 toneladas, respectivamente.
Renault no es la única que imagina un ecosistema de ciudad muy diferente al actual, con servicios silenciosos a casi cualquier hora que desee el cliente. Incluso distintas empresas pueden compartir los mismos vehículos para el envío. Se reducirían en la ciudad el número de vehículos, de desplazamientos, de ruido y de contaminación. Al menos, así imagina Renault el reparto “de último kilómetro". Y para el Salón de París, en octubre, nos prometen un tercer elemento de movilidad para la ciudad de 2030.