El Lexus NX es un SUV compacto que competirá con los Audi Q5, BMW X3, Porsche Macan, Infiniti EX o Mercedes GLK. Para ello dispondrá de un argumento muy poderoso de cara a atraer a los compradores: una carrocería de aspecto agresivo.
En línea con los más recientes modelos de Lexus, el NX mantiene muchos de los rasgos exhibidos en los últimos salones del automóvil por el concept LF-NX —Lexus Future NX—. Su carácter diferenciador se basa en sus líneas muy angulosas. Esto es así especialmente en el frontal donde, en función de si se trata o no de un F Sport, incorporará la ya habitual parrilla en forma de diábolo con un tipo de diseño u otro —nido de abeja o láminas—. También es llamativo en su frontal la definición de los diferentes elementos luminosos, separando los faros principales —que pueden hacer todas sus funciones con leds— de los pilotos con forma de bumerán que hacen las funciones de luz día e intermitente. Estos utilizan leds, como los posteriores, si bien en la trasera —quizá la parte menos característica del NX y parecida al RX, el otro SUV de Lexus en España— el resto de tareas se encarga a bombillas.
La plataforma del RAV4 es el base utilizada para este Lexus. Coincide la distancia entre ejes entre ambos, pero no es exactamente la misma porque el NX dispondrá de versiones híbridas que exigen una configuración muy distinta en torno al eje trasero. Una de sus variantes será, por tanto, la NX300h, semejante mecánicamente a la utilizada en los IS —supone combinar un motor eléctrico con uno de gasolina de 2,5 litros—, y la otra tendrá un propulsor inédito en Lexus: un 2 litros de inyección directa, pero con turbo. El único motor Lexus con este tipo de sobrealimentación hasta ahora había sido el 2.2 Diesel de anteriores IS. Ambos estarán en torno a los 200 CV —el turbo, ligeramente por encima— y, para otros países como Rusia, aún habrá una versión de 2 litros atmosférica.
Con los dos motores «españoles» se podrá elegir entre tracción delantera o total, en este caso, conseguida mediante un motor eléctrico insertado junto al eje posterior en el NX300h y por árbol de transmisión en el NX200t.
Deportividad a flor de pielUno de los argumentos de estos Lexus es su deportividad para lo que, al margen de que tenga o no un chasis acorde, perseguirá las reacciones directas —lo sabremos tras la primera prueba de conducción—. Además, cuenta con un puesto de conducción en esa línea: asientos con mucha sujeción lateral, de gran tamaño y mullido perfecto, por otro lado; cercanos al suelo del habitáculo y muy envueltos por el túnel en el que se sitúa el mando del cambio, freno de estacionamiento eléctrico, los mandos para manejar el navegador u otras funciones de la pantalla que culmina la consola central... En el apoyabrazos, los NX dispondrán de una de sus innovaciones tecnológicas: un punto de recarga de batería inalámbrico para teléfonos móviles. De momento, sólo compatible con Android. Por supuesto, la calidad es la que se espera de un Lexus y en línea con los 42.000 euros que costará el NX300h con su nivel de equipamiento más básico: digna de los mejores premium por ajustes o materiales, incluso por el tipo de plásticos utilizados.
En cuanto a habitabilidad, y salvo por la anchura, los NX están sobre la media de sus competidores. También en cuestión de capacidad de carga, pues si bien el maletero no es particularmente grande —no tiene mucha altura—, sí alcanza los 530 litros si se tiene en cuenta lo que cabe en el cajón situado debajo del suelo, junto a la zona posterior de la batería en el caso del NX300h.
Con todo, el maletero aún podría ampliarse más porque los respaldos de los asientos posteriores se pueden regular en diferentes inclinaciones: desde una posición en la que sus ocupantes pueden ir muy tumbados, a una que sitúa sus espaldas muy erguidas pero que lo amplia unos centímetros.