Está más que claro que a los motores diésel les queda aún mucho recorrido, a pesar de muchas de las inacertadas e inapropiadas declaraciones de políticos un tanto desinformados. Las marcas de coches no paran de reinventarse y de investigar y desarrollar tecnologías cada vez más eficientes, evoluciones que también llegan a los motores diésel de nueva generación. El nuevo Audi SQ7 TDI 2020, el protagonista de este artículo, es un buen ejemplo de cómo los propulsores de gasóleo pueden continuar siendo muy interesantes.
El corazón mecánico que impulsa al nuevo Audi SQ7 TDI, disponible para pedidos desde finales de julio y en los concesionarios a finales de septiembre, es el nuevo motor 4.0 V8 TDI biturbo con compresor eléctrico con un rendimiento máximo de 435 CV de potencia y un par máximo de 900 Nm. Dicho compresor movido por un motor eléctrico se nutre de la energía disponible de la red eléctrica de 48V.
El motor 4.0 V8 TDI del Audi SQ7 se combina con la tracción integral permanente quattro y un cambio automático de ocho velocidades con convertidor de par. Con esta base mecánica y técnica, las prestaciones declaradas son sobresalientes, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y una velocidad máxima limitada electrónicamente a los 250 km/h.
Audi SQ7 TDI: genes deportivos
El renovado Audi SQ7 TDI 2020 se ofrecerá en versiones de 5 y 7 asientos. En sus genes técnicos, nos podemos encontrar con varios dispositivos y sistemas que mejoran su dinamismo y agilidad al volante.
El tipo de suspensión que incluye de serie el Audi SQ7 es neumática, una tecnología capaz de subir o bajar la altura de la carrocería según unos niveles previamente establecidos. De forma opcional, dentro del capítulo dinámico debemos mencionar el diferencial trasero deportivo, que distribuye de forma inteligente el par en cada una de las ruedas posteriores según las condiciones de motricidad. También se puede contar con el sistema antibalanceo de la carrocería con barras estabilizadoras activas y el sistema de cuatro ruedas directrices (las cuatro ruedas giran).
El sistema de frenado del Audi SQ7 está a la altura de un vehículo de semejante peso -2.395 kg- y conforme a sus genes técnicos deportivos. De esta forma, se emplean unos discos de freno ventilados de 400 mm de diámetro en las ruedas delanteras y unos discos también ventilados de 370 mm en las traseras. Para aquellos que quieran disfrutar de una frenada aún más eficaz y enérgica, se puede elegir un equipo con discos carbocerámicos de 420 mm en las ruedas delanteras y 370 mm en las posteriores.
Como “calzado" para este SUV deportivo, se han elegido unos neumáticos de dimensiones 285/45 montados sobre llantas de 20 pulgadas de diámetro.
Pequeños acentos deportivos estéticos tanto en el exterior como en el interior sirven para dotar de gran personalidad al Audi SQ7 TDI, que también pasa a adoptar el estilo de habitáculo de sus hermanos Q8 y Audi SQ8 TDI (modelo éste último con el que comparte motor).