El nuevo V70 no es sólo una derivación del anterior modelo de igual nombre, sino que
se ha desarrollado casi ex-novo, de forma que no hay vinculación con alguna berlina de la
casa, aunque comparte chasis con el S80. Aun así, el V70 parte con el marchamo de la
exclusividad. El aspecto externo es el típico de los Volvo. Un coche de formas sólidas y
líneas ascéticas.
Seña inconfundible de su identidad son el resalte en forma de uve que lleva en el capó y
las ópticas, muy similares a las del modelo S80. Por supuesto, el portón trasero es
vertical, como en todos los familiares de la marca, pero, en esta ocasión, los
diseñadores de Volvo se han dejado llevar un poco por la necesidad de los conductores de
sentir que, además de una máquina segura, conducen algo divertido.
Por eso, el V70 tiene un marcado acento deportivo que se nota sobre todo en las llantas
y en las líneas laterales del coche, que arrancan con gran fuerza en su zona delantera y
suavizan el ángulo a medida que se acercan a la parte posterior. El resultado es un corte
dinámico, un aspecto de flecha tensa recién disparada. Además, al ser un poco más
corto que su homónimo anterior, permite mejorar la
rigidez torsional, con lo que el coche gana en confort, deportividad y consumo, puesto que
al ser más pequeño y compacto, es más aerodinámico y ligero, con lo que gasta menos
combustible.
El interior, amplísimo, dispone de elementos opcionales como tapicería y remates en
cuero, climatizador automático, control de velocidad, centro de información
electrónico, sistema de navegación por satélite, monitor de televisión y un sinfín de
pequeños detalles, como perchas para las bolsas de la compra, papeleras, posavasos,
asientos inteligentes...
Motores ambiciosos
Las ínfulas deportivas del coche se acrecientan cuando se observa el motor. El V70 más
potente de la gama se denomina T5 y lleva un motor turbo de 2,3 litros y cinco cilindros
que ofrece sin problemas 250 CV y un par de 33 mkg. Este propulsor, digno de un verdadero
deportivo, consume 9,3 litros a los 100 kilómetros.
El resto de la familia V70 podrá optar entre dos motores más: un turbo de baja presión de 2,4 litros y otro turbo de dos. A lo largo de la primavera, Volvo lanzará un turbodiésel de 2.500 centímetros cúbicos. Más adelante habrá otras motorizaciones, una de ellas ofrecerá 170 caballos y se adecuará a los estándares estadounidenses de reducción de emisiones.Para transmitir la potencia de estos generadores, el coche utiliza de serie una caja de cinco velocidades flexible y pensada para adaptarse al estilo de conducción de cada usuario. Puede ser manual o la variante Geartronic, una transmisión automática secuencial que también permite el uso manual.
Ecología de vanguardia
Siguiendo con ese objetivo de hacer coches potentes y limpios, Volvo ha dotado a
su nuevo producto de innovaciones ecológicas con tecnología punta. Como muestra, el
sistema de filtrado de aire, que mantiene siempre el aire del habitáculo más limpio que
el del exterior. Otro ejemplo de esta preocupación "verde" es el sistema
PremAir, que transforma el ozono en oxígeno cuando atraviesa el radiador.
Por si fuera poco, el sistema de ventilación del coche está insonorizado, de manera que
la renovación del aire no haga ruidos.
Siempre la seguridad
Pero, además de la funcionalidad de sus coches, la solidez de sus motores y su
orientación ecológica, Volvo destaca sobre todo por la seguridad de sus modelos. El V70,
no podía ser menos, es una fortaleza rodante. Sus ocupantes viajan rodeados de tantas medidas de
seguridad como caben en el vehículo, y no son pocas.
Además de los frenos ABS con distribución electrónica del frenado (EBD), hay que
destacar el sistema DSTC, la mano invisible, que sirve para mantener al coche sobre la
carretera incluso en condiciones de gran deslizamiento. Un sensor de giro registra los
movimientos del volante y se da cuenta de si éstos no se adecuan cuando el coche comienza
a derrapar. En este caso, el sistema aplica los frenos a una o más ruedas, según sea
necesario, para que recobre el curso normal.
Otra medida importante de seguridad es el airbag dual, una evolución de los sistemas
convencionales de cojines de aire. Es un mecanismo de doble ciclo que reconoce la gravedad
del impacto y adapta el inflado a las necesidades de la colisión. Al mismo tiempo, se
comunica con el cinturón de seguridad para que éste se afloje progresivamente. El
sistema se complementa con las cortinas hinchables laterales.
En este modelo, Volvo estrena los asientos infantiles de seguridad con orientación
posterior ISOFIX, pensados para niños de nueve meses a tres años y dotados de un cierre
que se ajusta a un cinturón de seguridad y una posición "confort" para que el
niño pueda dormir más cómodamente. El gran avance de estas sillitas es su anclaje a una
estructura que se asegura mediante los puntos de fijación ISOFIX, rápidos y sencillos.
Al ir orientado el asiento hacia atrás, la cabeza de los más pequeños sufre mucho menos
en caso de colisión frontal o alcance posterior.
A todas estas medidas de seguridad se unen pequeños detalles, como ventanas laterales
laminadas a prueba de robo, luz de cortesía de aproximación, etc.Desde el momento en que
salga a la calle, y hasta final de año, Volvo espera vender 1.600 unidades del V70. El
precio oscilará, según versión y equipamiento, entre los 5,7 y los 7,3 millones de
pesetas.