La reducción tendrá tres tipos, del 15, 20 o 30 por ciento, en función del tipo de vehículo y sus características medioambientales.
Para la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), se trata de una medida muy positiva, puesto que permitirá a los ciudadanos disponer de una renta mayor.
Así, la asociación reconoce en un comunicado lo mucho que se está esforzando el Ministerio de Hacienda en potenciar el consumo interno. Sin olvidar la otra parte positiva de la medida: su contribución a reducir las emisiones a la atmósfera.
Además, influirá en el número de accidentes en carretera, puesto que incentiva la compra de vehículos nuevos, sinónimo de mayor seguridad. Se espera que influya especialmente en la reducción de accidentes en núcleos urbanos.
Esta medida, según Anfac, convertirá al mercado español de vehículos de empresa en uno de los más eficientes energéticamente de la Unión Europea, y permitirá ahorrar un buen número de litros al año.
El canal de empresas es especialmente sensible a las modificaciones fiscales, con lo que esta medida, unida a la mejora de la economía, supondrá un gran impulso a su crecimiento en el próximo año. Teniendo en cuenta que las empresas representan el 25 por ciento del mercado automovilístico español, cabe esperar que esta nueva fiscalidad influya positivamente en las ventas.
En cuanto a los tipos de reducción, el menor de ellos, del 15 por ciento, se aplicará a los vehículos Euro 6 con emisiones de hasta 120 gramos de CO2 por kilómetro, siempre que cuesten, como máximo, 25.000 euros sin impuestos. La rebaja del 20 por ciento será para los vehículos Euro 6 híbridos o propulsados por GLP o GNV, con emisiones iguales o inferiores a 120 gramos de CO2 por kilómetro y un coste máximo de 35.000 euros antes de impuestos. Y el último tipo, del 30 por ciento, se reservará a los eléctricos de batería e híbridos enchufables, también Euro 6, siempre que tengan autonomías de al menos 15 kilómetros y cuesten, como máximo, 40.000 euros sin impuestos.