Hace seis meses, coincidiendo con la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico, los responsables de Tránsit anunciaron que habían instalado tres radares -que funcionarían las 24 horas del día- en la autovía de Castelldefels. Sin embargo, en lugar de provocar la disuasión que pretendían, el número de personas que rebasan el límite de velocidad permitido en la vía (80 km/h) se ha duplicado: más del 10 por ciento de los vehículos que circulan por la C-31 (15.000 coches diarios) marchan a más de 120 km/h, incurriendo así en una infracción de las consideradas "muy graves" por la nueva norma.
Durante la primera mitad del año, el STC decidió no aplicar las sanciones correspondientes y se limitó a enviar una carta a aquellos conductores que habían sido "cazados" a una velocidad excesiva (dos de ellos superaron los 190 km/h). En el escrito – que incluía la fotografía del coche en cuestión - se les informaba sobre el castigo del que se habían librado y se les advertía sobre su imprudencia.
Las "buenas maneras" no han servido de mucho (más bien al contrario, pues el número de infractores sigue creciendo), por lo que ahora se ha pasado a la "mano dura". "No se salvará nadie", ha afirmado Joan Delort, director de Tránsit.
De momento, el SCT solicitará a la Dirección General de Tráfico</font color="#0000CC">
(DGT) que retire el carné a más de 19.000 conductores que han rebasado la velocidad permitida en la autovía de Castelldefels. La ejecución del castigo no será inmediata, ya que los infractores tienen un tiempo para recurrir. Pero pocos podrán librarse de la sanción, pues los radares están ofreciendo fotografías de gran calidad, en las que la matrícula de los coches se aprecia perfectamente.
Delort ha alertado sobre la gravedad de la situación: además de crecer las infracciones, la velocidad media ha aumentado un 10 por ciento respecto a 2001 y muchos conductores han dejado de ponerse el cinturón de seguridad. Si tenemos en cuenta estos factores, "entenderemos por qué no conseguimos disminuir el número de muertos en accidentes de tráfico", ha declarado el director de Tránsit.
Además de los tres radares que hay en la autovía de Castelldefels, el SCT ha instalado otro en la N-2 (entre Molins de Rei y Martorell) y un quinto en la C-17 (La Garriga). Por otra parte, ya ha empezado a funcionar el nuevo radar móvil que estará cada día en un punto diferente de Tarragona o Girona. En septiembre podría haber tres más.