Parece que ya, sí que sí, José Manuel Hermo Barreiro, corazón de Motores Patelo, deja atrás su gran hobby y que tanto nos ha hecho disfrutar al resto. Tras 17 motores en miniatura de todo tipo, que funcionan con aire comprimido, Patelo se retira, dejando un legado inolvidable que, aun así, tiene futuro.
Las obras de José Manuel, que podéis ver en el último vídeo subido a su canal de YouTube, estarán muy pronto expuestas en Vigo, cerca de su pueblo de Galicia, Noia. Después, cerca de su casa, en unos meses habrá un museo dedicado a todos estos motores, para los cuales Motores Patelo ha dedicado ¡unas 30.000 horas de trabajo!
En 2015, AUTOPISTA pudo ver en persona todo el trabajo que venía realizando hasta ese momento. Por entonces eran 14 motores en miniatura: un motor W32, una joya de 850 piezas, 32 cilindros, 4 árboles de leva y con 2.520 horas de trabajo a sus espaldas; un V12 de tan sólo 12 cm3, el V12 más pequeño del mundo; un W18, una sala de máquinas de un congelador, el motor de un barco, hasta un motor radial de avión de doble estrella…
Cuando parecía “colgar las botas”, se sacó de la manga desde entonces su obra maestra, la sala de máquinas de un trasatlántico. Después vino un dron y, para terminar, un motor radial de 9 cilindros.
Todas estas piezas de arte en miniatura fueron fabricadas por él en su taller con tres materiales: bronce, aluminio y acero inoxidable, todo procedente de materiales de desecho. Muchas horas, mucho cariño y mucha precisión que ahora tendrán su reconocimiento por todos aquellos que visiten sus exposiciones.
Merece la pena echar unos minutos viendo el vídeo, viendo en detalle cada una de sus obras y, sobre todo, escuchando cómo suenan estos motores. Gracias Patelo.
