Cuenta Elon Musk que se le ocurrió mientras estaba parado en mitad de un atasco en Los Ángeles (California, Estados Unidos) y no ha necesitado mucho tiempo para poner la idea en marcha. A través de The Boring Company (una de sus empresas) ha lanzado un vídeo en el que se muestra una red de túneles que transitarían por el subsuelo de las ciudades. A través de ellos circularían vehículos particulares y de transporte público.
Desde The Boring Company explican que la idea se basa en añadir una tercera dimensión al tráfico, que actualmente se limita al ancho y al largo. Así, entrando el factor altura, se podría ‘apilar’ los coches bajo tierra en túneles que podrían constituir 10, 20, 30 capas o más. Todo dependería de las necesidades de la ciudad.
Otro de los aspectos más significativos de la invención es que los coches no se desplazarían sobre sus propias ruedas, sino montados en plataformas individuales sobre un raíl que se conducirían de forma autónoma. Según el vídeo, podrían alcanzar hasta los 200 km/h. Los túneles se diseñarían partiendo de la base del sistema Hyperloop (ese proyecto de tren que viaja a 1.200 km/h, también obra de Musk, aunque a velocidades muy inferiores, como ya hemos dicho.
La parte en la que más flaquea esta idea, al menos de momento, es en la integración del sistema en el resto de la ciudad. En el subsuelo hay cimientos, canalizaciones, otros túneles, etc., con los que se desconoce cómo lidiarán los túneles de Musk. Por otra parte, ¿la solución al exceso de tráfico en las ciudades es generar espacio para más coches?
Otras ideas para combatir los atascos
Como decíamos, el proyecto de Elon Musk no es la única solución que se ha pensado para el problema del tráfico.
La más estructural de ellas y, a la vez, la más utópica, es la que refleja el vídeo a continuación. Aunque trata diversos aspectos, se centra sobre todo en el hecho de que si los coches se moviesen coordinados y manteniendo una distancia exactamente igual y constante con el coche que les precede y el que va detrás, desaparecería la mayoría de los atascos. También trata otros aspectos como eliminar los semáforos de las intersecciones, y que los coches se coordinaran entre sí para franquearlas sin frenar y sin chocarse.
Desgraciadamente, esto es imposible de llevar a la práctica con conductores humanos, puesto que somos imperfectos e incapaces de alcanzar los niveles de coordinación con otros vehículos que la solución requiere. Así que habrá que dejarlo para los coches autónomos.
Otra idea, a más pequeña escala dado que se limita a resolver los atascos solo cuando son originados por rotondas, es bastante más plausible. La desarrolló un grupo de investigadores españoles, y se basa en hacer uso de semáforos para dar prioridad de entrada a la rotonda a los coches situados en los accesos más congestionados. Ello podría incrementar la fluidez en un 60 por ciento.
Por último, otra ocurrencia bastante más descabellada pero también más divertida es el llamado Hum Rider. Mucho más simple que lo anterior: un coche montado sobre una plataforma que permite que se eleve sobre el resto de vehículos, permaneciendo las ruedas pegadas al suelo, de modo que en caso de atasco pasaría rodando tranquilamente por encima del resto. Quizá te preguntes si en serio alguien creyó que esto podría ser una solución viable. La respuesta es no, la idea fue llevada a cabo solo para una campaña publicitaria.
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