Desde abril de 2018, el sistema eCall es obligatorio para todos los turismos y furgonetas de nueva homologación en la Unión Europea. En caso de accidente, cuando por ejemplo saltan los airbags, este importantísimo sistema de seguridad se supone que marca automáticamente la llamada de emergencia y transmite datos de ubicación, estableciendo además una comunicación de voz con el centro 112. La llamada es gratuita y tiene cobertura en toda Europa.
El eCall se ha considerado por ello una gran innovación porque los trabajadores de rescate están informados más rápidamente y las posibilidades de supervivencia de las víctimas de accidentes pueden aumentar, al llevar además un indicador que identifica claramente que se trata de una llamada eCall, dándole la máxima prioridad. Tambié pueden generar esta llamada manualmente el conductor o alguno de los ocupantes del vehículo, con solo pulsar el botón SOS que llevan los vehículos equipados ya con este sistema.
Según la consultora GMV, se estima que el eCall tiene el potencial de salvar hasta 2.500 vidas al año en Europa cuando esté introducido definitivamente en todos los vehículos en circulación, así como de reducir entre un 10 y un 15% la gravedad de las secuelas en los heridos por accidentes de tráfico. Sin embargo, la realidad comienza a no parecer siempre tan bonita.

Más del 90% de llamadas eCall son falsas alarmas
En Alemania, la Agencia de Prensa DPA informa de que más del 90% de las llamadas automáticas de emergencia a través del sistema eCall que se reciben por ejemplo en el estado federal de Baviera son falsas alarmas, un número que aumenta cada año y que plantea grandes desafíos a los centros de control integrados, ejerciendo una gran presión sobre los sistemas de rescate.
Esta cifra de llamadas entrantes ha sido constatada por la Asociación de Operadores de Centros de Control de Baviera, que, a través de su portavoz, Jürgen Meyer, ha asegurado que “la alta tasa actual de falsas alarmas es una carga para los centros de control y los servicios de rescate. Lo que sería importante sería una mejor calidad técnica, opciones de retroalimentación confiables y, sobre todo, una integración estructurada en los sistemas del centro de control”.
Las estadísticas de los centros de control bávaros muestran cuán grande es la dimensión de este problema creciente. En su capital, Múnich, se recibieron 3.208 notificaciones eCall en el período comprendido en el último año hasta finales de junio. En Augsburgo, el centro de control registró 350 alarmas, de las cuales 275 fueron falsas. Incluso en regiones más pequeñas, como Alta Franconia y Schweinfurt, las llamadas automáticas de emergencia ahora son parte de la vida cotidiana: allí se cuentan hasta 30 casos ya por mes.

El rango de falsas alarmas oscila, según esta asociación, entre el 75 y más del 95%, dependiendo del centro de control. Esto significa que la gran mayoría de los informes no son emergencias reales, sino falsos desencadenantes.
Presión sobre los servicios de emergencia
Cada alarma activa el mismo proceso en los centros de control que una llamada de emergencia real. Los técnicos tienen que devolver la llamada a las personas que llaman, verificar los datos y, si es necesario, tener vehículos listos para acudir en rescate de la emergencia. Estos recursos no están disponibles para otras misiones durante todo este tiempo de intervención, creando así el riesgo de que la ayuda llegue más tarde a una emergencia real porque las capacidades están bloqueadas por falsas alarmas.
Los centros de control son particularmente críticos con la falta de opciones de retroalimentación en muchos sistemas. Si no es posible retirar la demanda, lo único que queda por hacer es tratar la alarma como una emergencia, con todas las consecuencias de personal y organización.
eCall como innovación que necesita mejoras
Desde Alemania constatan y denuncian ahora una realidad de los sistemas eCall que, sin embargo, ya han demostrado su eficacia en los vehículos durante todos estos años, según la misma evaluación de los servicios de rescate. En accidentes graves, se salvan muchas vidas porque las llamadas de emergencia se realizan de forma automática y rápida. “Esta es una valiosa innovación técnica”, confirma Meyer.

Pero no hay duda de que el alto número de falsas alarmas deja claro que los sistemas deben perfeccionarse y seguir desarrollándose aún más. Especialmente en el caso de los teléfonos y los relojes inteligentes, que también tienen funciones automáticas de llamada de emergencia, con umbrales de activación que a menudo se establecen demasiado bajos, según explican los centros de control. Esto significa que el número de emergencia se marca incluso en caso de movimientos cotidianos o caídas sin lesiones.
Conclusión
La conclusión de este informe es que el sistema eCall es una adición importante a la cadena de rescate y ya ha demostrado su eficacia en emergencias reales. En Alemania, sin embargo, es evidente que la alta tasa de falsas alarmas ejerce una presión considerable sobre el trabajo de los centros de control. Para los servicios de rescate, esto significa pasos de trabajo adicionales, capacidades innecesariamente inmovilizadas y, en caso de emergencia, el riesgo de retrasos. Por lo tanto, desde la Asociación de Operadores de Centros de Control de Baviera se considera urgentemente necesaria una mejor coordinación técnica, nuevos mecanismos de filtrado más fiables y la integración completa en los sistemas del centro de control.