El mercado de coches de segunda mano está al alza en los últimos tiempos. Los retrasos en las entregas de los coches nuevos por culpa de la crisis de los semiconductores, de las materias primas y del transporte están llevando a muchos conductores a recurrir al mercado de usados y de ocasión para disponer lo antes posible de un coche. Esto, a su vez, está ocasionando la subida de precios: a mayor demanda, se incrementan los precios.
En 2022 la tendencia será similar mientras no se solucione, principalmente, el tema de los microchips. Pero ojo, porque una nueva normativa que llega desde la Unión Europa podría encarecer todavía más los precios en el mercado de vehículos usados. Si bien esta nueva norma está pensada para proteger a los compradores, podría considerarse un "arma de doble filo".
La nueva Ley de garantías de la UE establece que, si tras comprar un vehículo de segunda mano, este da un fallo en los doce meses posteriores y no se refleja en el contrato de compraventa, el vendedor estará obligado a costear la reparación, ya que la nueva ley entiende que el fallo estaba presente en el coche y se ocultó. El vendedor tiene una protección asegurada, sí, pero para el comprador puede ser un quebradero de cabeza más, lo que podría ocasionar que, para “cubrirse las espaldas”, suba el precio de venta entre un 10 y un 20 por ciento más.

De negarse a pagar la reparación en este primer año posterior a la venta, el comprador debe demostrar con pruebas fehacientes que este fallo se ha producido con posterioridad y no viene de cualquier defecto previo a la transacción. Se prevén una buena cantidad de reclamaciones y demandas, lo que a su vez se podría convertir en un gran negocio para los seguros, que podrían ofrecer los nuevos “seguros de garantía” para proteger al comprador en estos casos.
La nueva normativa europea también trae otra importante novedad: si bien en la venta de un coche usado se establecía una garantía de dos años, que se podría rebajar a un solo año de forma opcional, ahora deberá quedar claramente reflejado en el contrato de compraventa el período estipulado de dicha garantía. Se acabaron los acuerdos verbales, ahora esta parte deberá reflejarse como un compromiso que debe ser firmado por ambas partes en la transacción.