Apenas hace dos días desde que os confirmamos de manera oficial que Sergio Marchionne dejaba su cargo como presidente de FCA por problemas de salud y que era sustituido por Mike Manley. Lamentablemente, las noticias 48 horas después son peores, después de que distintos medios italianos y Automotive News hayan asegurado que el hasta ahora mandamás de FCA sufre un coma irreversible.
Marchionne se sometió a una operación de espalda por problemas en su hombro hace un mes y medio, pero la intervención se ha complicado hasta el punto de que un mes después le ha llevado a la planta de cuidados intensivos. Aunque no hay confirmación especial, es posible que a la complicada operación se haya sumado un agresivo cáncer que, según algunos rumores, sufría desde hace poco tiempo.
Su estado por el momento, atendiendo a Corriere della Sera o Automotive News, es que el hasta ahora presidente de FCA se encuentra en una situación de coma irreversible y que es incapaz de respirar por sí mismo. Según La Reppublica, Marchionne habría derivado en este estado crítico tras un intento fallido de que el ejecutivo respirara sin ayuda externa.
Sergio Marchionne, su vida
Tras conocer las noticias, los valores de Fiat y Ferrari se han desplomado en torno a un 3 por ciento. Este movimiento de los inversores no es extraño si tenemos en cuenta que Marchionne es una de las figuras más importantes del mundo del automóvil, de fuerte personalidad y líder de uno de los conglomerados de mayor tamaño.
Siempre vestido con jersey, el expresidente de FCA ha vendido la imagen de un hombre humilde y trabajador cuya figura sin traje ni corbata siempre ha destacado en los grandes eventos. El objetivo de esta forma de vestir estaba claro, toda una declaración de intenciones con la que se pretendía mandar un mensaje de ser un trabajador más y no una mera figura con la que fotografiarse ante las cámaras.
Y algo de cierto debía haber en esa forma de vestir, pues tras una exitosa carrera en los despachos, Marchionne consiguió la dirección de Fiat, más tarde de FCA (tras la compra de Chrysler y Jeep por parte de los italianos en 2009) y, con la salida de Luca Cordero di Montezemolo de Ferrari, también de Il Cavallino.
Entre las decisiones por las que Marchionne será recordado, el expresidente de FCA consiguió devolver a Chrysler y Jeep a valores positivos después de su quiebra y buscar planes alternativos al grupo automovilístico a firmas históricas pero que pasaban por momentos muy complicados, como Alfa Romeo o Maserati. En cuanto a las más polémicas, el crecimiento de Ferrari parece que pasa por los SUV, algo a lo que siempre se había opuesto su mayor representante pero a lo que finalmente cedió tras ver los espectaculares resultados del Lamborghini Urus.