El fantasma de las autopistas, como ya se le bautizó hace algunos años cuando por primera vez se constataron imágenes y vídeos suyos rodando por carreteras de Europa, reaparece. La Policía de la República Checa busca ahora al conductor de un supuesto bólido de Fórmula 1 que ha estado circulando de nuevo sin matricular el vehículo, sin estar asegurado y sin una viñeta válida para poder transitar por sus vías rápidas. Además, se sospecha que lo hacía con grandes excesos de velocidad.
Un portavoz policial checo ha asegurado en las últimas horas estar revisando ya “a los conductores de los vehículos de escolta cuyas matrículas sean legibles. También estamos evaluando las cámaras de tránsito y pidiendo a los conductores que presenciaron el trayecto y que tienen grabaciones con cámaras en el salpicadero que nos las proporcionen”. Y todo para tratar definitivamente de identificar al propietario de un monoplaza que causa furor a su paso pero que tiene en vilo a las autoridades de tráfico europeas.
¿Un paseo organizado profesional y publicitariamente?
Las imágenes en redes sociales sin embargo también vuelven a sugerir que todo puede ser motivo de una maniobra publicitaria planificada. El recorrido se muestra filmado desde varios ángulos, incluyendo puentes y vehículos de apoyo a alta velocidad. El vídeo también muestra el monoplaza de carreras rojo incorporándose detrás de un camión y adelantándolo solo en un punto permitido. De momento, las grabaciones se han subido en el canal de Youtube de “TrackZone” con esta descripción: “¡Un coche de Fórmula 1 en la carretera en 2025! De vuelta a la acción después de 2 años, ¡y esta vez con todo el estilo de TrackZone!”
Y es que, en efecto, no es la primera vez que sucede ni que se ve a este bólido circular por Europa ante el asombro de automovilistas y policías. Ya en 2019, incluso, aparecieron imágenes de un monoplaza rojo similar en la misma ruta, circulando por la autopista checa D4, al suroeste de Praga y entre las ciudades de Voznice, Dobris y Pribram. Entonces, el propietario del vehículo, de 45 años y constatado por las autoridades, no pudo ser procesado porque el piloto no pudo ser identificado bajo el casco.
En 2022, nuestros compañeros alemanes de Auto Motor Und Sport volvieron también a informar sobre una prueba similar. El vehículo se identificó entonces como un monoplaza GP2, el predecesor de la actual Fórmula 2. Estos coches de carreras están equipados con motores V8, generan más de 600 CV de potencia y alcanzan velocidades superiores a los 300 km/h. Y están, lógicamente, diseñados exclusivamente para competición, no para circular por carretera.
La excursión puede costar multas reales
Según han informado las autoridades, esta actuación no es una broma. Cualquier persona que conduzca un vehículo no matriculado, como un coche de carreras de Fórmula 1, por una autopista de la República Checa puede enfrentarse a sanciones muy severas, como ocurriría por otra parte en cualquier país de la Unión Europea. Conducir sin permiso el vehículo puede conllevar en el país centroeuropeo, en concreto, multas de hasta 2.000 euros y una prohibición de conducir de al menos entre seis meses y un año.
Si el conductor además tampoco está asegurado, como se presupone, se le puede imponer también una multa adicional de hasta 800 euros. Circular por la autopista sin viñeta de circulación también es sancionable y puede conllevar una multa de aproximadamente 200 euros más.
Pero a partir de aquí es un suma y sigue en función a las infracciones que además haya cometido. Si se constata alguna grave por exceso de velocidad, como conducir a más de 50 km/h del límite máximo de la vía, la legislación checa prevé multas de hasta 1.000 euros y una prohibición de conducir de entre seis y 18 meses. Si dicha conducción resulta en un accidente, la multa puede incrementarse hasta en 1.000 euros más. Y si además se detectan carreras callejeras ilegales, el proceso penal puede conllevar hasta dos años de prisión y la suspensión del permiso de conducir. Si se pone en peligro a otros usuarios de la vía o se causan lesiones personales, la pena de prisión puede incluso extenderse hasta cinco años.
La Policía checha concluye que va a seguir investigando un incidente que considera ya deliberado y cuidadosamente orquestado, uno de una serie de sucesos similares que llevan ya ocurriendo durante años. Las autoridades checas se centran ahora en la identificación y la obtención de pruebas. Sin embargo, la experiencia de 2019 demuestra lo difícil que es condenar a un conductor luego en un tribunal. Queda por ver si esta vez se podrá identificar a los responsables.
