Santana levanta cabeza

In extremis, Santana, la única compañía automovilística de capital netamente español, ha logrado enderezar su rumbo y salir de la caída libre en que vivía desde hace dos años. Durante 2001, sus pérdidas, aunque considerables, se redujeron en un 59 por ciento, señal de que la maquinaria interna de la empresa vuelve a funcionar.

Santana levanta cabeza
Santana levanta cabeza

Mucho le ha costado a Santana empezar a salir de la barrena. Y mucho le va a costar todavía salir del todo. Ha tenido que privatizar casi todas sus actividades, rebajar su plantilla de 1.752 empleados a sólo 600, reducir su producción un 32,77 por ciento, hasta las 22.736 y librar una tremenda lucha con sindicatos, gobierno central y Junta de Andalucía para garantizar la supervivencia de la empresa.
Después de toda esta batalla, la histórica Santana Motor se agarra a su buen hacer y lanza un modelo nuevo, el Aníbal, un todo terreno puro y duro que es su esperanza de futuro.

Gracias al profundo plan de reestructuración la compañía andaluza empieza a ver la luz. El ejercicio de 2001 se ha cerrado con un resultado esperanzador: las pérdidas de 17,28 euros, unos 2.875 millones de pesetas, fueron un 60 por ciento inferiores a las registradas en 2000.

A esta mejoría contribuyen dos factores fundamentales que se unen a las bondades del plan de saneamiento. Uno es la debilidad que vivió el yen japonés durante el año pasado. Santana compra las piezas de los Suzuki que fabrica a la compañía japonesa en la citada divisa, con lo que, al abaratarse ésta, se reduce el coste de producción de los coches.

El otro factor es la reducción del nivel de producción, que ha bajado un 32,77 por ciento, bajando también la facturación, que se redujo en un 20 por ciento, hasta los 302,5 millones de euros, algo más de 50.000 millones de pesetas. Pese a estas bajadas, los ahorros en producción y el leve aumento en el margen comercial han logrado que las pérdidas se enjuguen tanto.

Beneficios en 2003
Sin querer ser demasiado optimistas, los responsables del Instituto de Fomento de Andalucía, propietario de la compañía, esperan que los beneficios lleguen en 2003.

Para dar este salto, se apoyarán en dos importantes pilares. Por un lado, confían en que la plantilla acepte la congelación salarial propuesta para este año y el próximo. Por otro, esperan que el Aníbal, su nuevo todo terreno, tenga el éxito de ventas que le han augurado. Este coche, que ha supuesto una inversión de 18 millones de euros, casi 3.000 millones de pesetas, es un cuatro por cuatro de los de antes, pensado para el trabajo extremo en el campo. Se espera que sus principales clientes sean las fuerzas del orden y que con su producción Santana reduzca su dependencia de Suzuki.