Desde su creación, DaimlerChrysler ha revolucionado no sólo el mundo de la automoción, también el de las fianzas y el de la política. La unión de Daimler-Benz con Chrysler –en 1998- era la fusión más grande que se había producido nunca entre dos compañías automovilísticas. Además, eran consorcios que operaban a ambos lados del Atlántico. Ahora, las relaciones van más allá. La propia Administración estadounidense ha decidido sancionar a DaimlerChrysler por exportar sus coches a Cuba. El castigo no es nuevo.EE.UU. creó en 1996 la llamada ley Helms-Burton para impedir el comercio de empresas extranjeras con la isla regida por Castro. Se endurecía un bloqueo que ya lleva décadas. Sin embargo, la sanción a DC sorprende por la forma, el momento y, sobre todo, la cuantía económica. Para empezar, la multa es algo rebuscada. Se sanciona a DaimlerChrysler North American Holding Corp; es decir, apuntan directamente a la cabeza de este gigantesco pulpo con tentáculos en varios países y en varias actividades. Sin embargo, la infracción fue producida por la antigua Mercedes-Benz en México, que vendió camionetas a Cuba en 1999. ¿Por qué ahora? Sorprende que a EE.UU. no le haya bastado con una advertencia. En 2004, ya había sancionado a 5 empresas europeas, entre ellas la española Iberia. Muchos creen –así lo afirma el diario Expansión- que la nueva sanción a DC es una especie de revés de Bush al canciller Schroeder por encabezar la negativa europea a colabrorar con EE.UU. en la guerra de Irak. Otros, aseguran que la sanción llega en un momento clave: justo cuando Bruselas se replantea sus relaciones con Cuba. La cuantía económica de la multa no es menos llamativa. Si sigue adelante, la penalización rondaría los treinta mil dólares. Este dinero no supondrá ningún varapalo para las arcas de DaimlerChrysler, pero creará un precedente muy importante: es la multa más grande recibida por una empresa europea por comerciar con Cuba.
Adolf Hitler soñaba con motorizar Alemania. Así, en 1934, lanza un concurso público para crear "der Volkswagen", expresión que en español se puede traducir como "coche del pueblo". Cuando las tropas rusas entraron en Berlín al final de la Segunda Guerra Mundial, se llevaron un botín de guerra muy especial: los planos del Opel Kadet P-38 alemán.. La historia de la política siempre ha estado muy unida a la del automóvil: : no te pierdas nuestro reportaje. |
Adolf Hitler soñaba con motorizar Alemania. Así, en 1934, lanza un concurso público para crear "der Volkswagen", expresión que en español se puede traducir como "coche del pueblo". 






