Es probable que escuches hablar sobre las ruedas directrices, lo que te llevará a preguntarte: ¿Qué tienen de especial? ¿En qué se diferencian de las ruedas comunes?
Para preparar tu coche adecuadamente, es importante que conozcas este tipo de elementos. Si te interesa profundizar en este tema, analicemos qué son estas ruedas y respondamos preguntas sobre cómo funcionan y qué tan efectivas pueden ser.
Ruedas directrices, ¿qué son?
Están instaladas en el eje delantero de los vehículos y son las ruedas encargadas de dirigir la dirección de los mismos. Su ubicación contribuye a un control más estable y predecible. Aunque también puedes encontrar coches con ruedas directrices en todos los ejes, estos son casos especiales diseñados para condiciones particulares.
Este tipo de ruedas permite dirigir el coche mediante el movimiento del volante, facilitando giros precisos de las ruedas delanteras.
¿Para qué sirven?
Hemos mencionado su contribución a la estabilidad de los vehículos que las utilizan, pero profundicemos un poco más en su utilidad:
Orientación del vehículo
Facilitan la adaptación del vehículo en curvas y cambios de dirección en la carretera, permitiendo cambiar la dirección del coche. De modo que desempeñan un papel importante en tu seguridad durante la conducción, mejorando la maniobrabilidad de tu coche.

Estabilidad y control
Estas ruedas previenen deslizamientos, y la mayor estabilidad y control que ofrecen están directamente relacionados con su posición en el eje delantero, lo que asegura una conducción segura, especialmente a altas velocidades.
Distribución del par motor
En algunos vehículos modernos, estas ruedas directrices coinciden con el eje motriz, distribuyendo eficazmente el par motor. Es decir, las ruedas que dirigen también son las que impulsan el vehículo, mejorando el control y la tracción.
Facilidad de maniobra
Estas ruedas son particularmente importantes en maniobras a baja velocidad, siendo muy útiles para la conducción en espacios reducidos. Si se combinan con sistemas como la dirección asistida, facilitan las maniobras al reducir el esfuerzo necesario para girar el volante.
Flexibilidad en terrenos exigentes
En vehículos diseñados para afrontar situaciones extremas, todas las ruedas pueden ser directrices, para proporcionar una flexibilidad superior y una conducción más eficaz en terrenos complicados como nieve, lodo o arena, donde un control exacto es esencial.
¿Cómo funcionan estas ruedas?
Su funcionamiento se basa en un sistema de dirección que convierte los movimientos del volante en giros precisos de las ruedas. Cuando giras el volante, el movimiento se transmite a través de un sistema de dirección, con mecanismos como cremallera y piñón o sistemas hidráulicos o eléctricos en el caso de la dirección asistida.
El ángulo de las ruedas directrices en el eje delantero se ajusta por este sistema, permitiéndote girar en la dirección deseada. La precisión de este sistema es importante, ya que cualquier desequilibrio puede afectar la dirección y la seguridad del vehículo. Además, en vehículos donde el eje directriz también es el motriz, el par motor se distribuye a través de este mismo eje, mejorando la tracción y el control.
Con el nivel de control y manejo que ofrecen, las ruedas directrices son sinónimo de una conducción impecable.