Llevar un buen control del mantenimiento del coche es esencial para alargar su vida útil y evitar averías inesperadas. Por eso, realizar las revisiones del coche por kilometraje es una de las prácticas más recomendadas por los fabricantes. Cada componente del vehículo tiene un ciclo distinto de desgaste, y respetar los intervalos adecuados te ahorrará más de un disgusto… y dinero en el taller.
A continuación, te explico qué revisar en cada etapa de kilometraje, desde los primeros 5.000 kilómetros hasta superar los 100.000, para que mantengas tu coche en las mejores condiciones posibles.
¿Cuándo debe hacerse la primera revisión?
Aunque depende del modelo, la mayoría de fabricantes recomienda realizar la primera revisión entre los 15.000 y 20.000 km o al cumplir el primer año desde la matriculación. No obstante, lo ideal es consultar el manual del vehículo, donde figuran los plazos exactos de mantenimiento recomendados.
Antes de llegar a esa primera gran revisión, se pueden hacer algunas comprobaciones básicas que ayudan a detectar a tiempo pequeños fallos o desgastes.

Revisión según kilómetros recorridos
A los 5.000 km: inspección básica
Aunque no se trata de una revisión oficial, es buena idea hacer una primera comprobación rápida cuando el coche alcanza los 5.000 kilómetros:
- Aceite del motor: revisar el nivel de aceite y asegurarse de que no haya fugas.
- Estado de los neumáticos: buscar grietas, deformaciones o desgaste prematuro. El dibujo debe superar siempre los 1,6 mm de profundidad.
- Luces y limpiaparabrisas: comprobar su funcionamiento.
A los 10.000 km: chequeo de ruedas y sistema eléctrico
Aquí es recomendable revisar:
- Alineación y balanceo de las ruedas: para evitar un desgaste irregular de los neumáticos.
- Rotación de neumáticos: para alargar su vida útil.
- Revisión básica del sistema eléctrico: asegurarse de que todo funciona correctamente, desde las luces hasta el cierre centralizado.
A los 20.000 km: primera revisión completa
Es el momento de hacer una revisión más a fondo:
- Cambio de aceite y filtro de aceite.
- Revisión del sistema de frenos: comprobar el grosor de las pastillas y el estado general del sistema.
- Verificación de batería: especialmente si el coche se usa poco o ha pasado mucho tiempo parado.

A los 30.000 km: frenos y climatización
Aunque algunos elementos se revisan antes, en este punto pueden ser necesarias algunas sustituciones:
- Cambio de pastillas de freno, si no se hizo antes.
- Revisión de discos de freno.
- Chequeo del sistema de climatización: es habitual que empiecen a surgir pequeñas fugas o fallos a partir de este kilometraje.
A los 50.000 km: mantenimiento preventivo
Es momento de cambiar varias piezas clave para garantizar un buen funcionamiento del coche:
- Filtro de aire del motor.
- Bujías (en coches de gasolina).
- Líquido de frenos y embrague.
- Refrigerante del radiador.
- Revisión de la correa de distribución si el fabricante lo indica.
A partir de los 100.000 km: revisión integral
Con esta cifra, ya entramos en una fase donde el desgaste acumulado puede empezar a generar problemas. Conviene hacer una revisión profunda:
- Sistema de frenos completo (pastillas, discos, líquido).
- Suspensión: revisar amortiguadores, brazos y rótulas.
- Revisión del sistema de escape y catalizador.
- Comprobación del motor: buscar señales de desgaste interno o consumo excesivo de aceite.

Por qué respetar las revisiones del coche por kilometraje
Realizar las revisiones del coche por kilometraje de forma periódica tiene muchas ventajas:
- Prevención de averías graves: un fallo detectado a tiempo puede evitar reparaciones costosas.
- Mayor vida útil del vehículo: un coche bien cuidado puede durar muchos años sin problemas mecánicos serios.
- Seguridad en carretera: mantener en buen estado los frenos, neumáticos o suspensión garantiza una conducción segura.
- Mejor eficiencia y consumo: un coche bien mantenido consume menos y contamina menos.
Además, llevar el mantenimiento al día es un punto a favor si algún día decides vender el vehículo. Un historial completo de revisiones aumenta su valor en el mercado de segunda mano.
Cumplir con las revisiones del coche por kilometraje es una inversión en tranquilidad, seguridad y ahorro. No importa si haces muchos o pocos kilómetros al año, lo importante es seguir las indicaciones del fabricante y anticiparse a los fallos.
Un mantenimiento responsable no solo prolonga la vida del coche, también mejora tu experiencia al volante y reduce el riesgo de quedarte tirado en el momento menos oportuno.