La primera prueba de la temporada de Fórmula Uno, el GP de Australia, comenzó con un
espectacular accidente </font color="#3333FF"> en el que ocho vehículos se quedaron fueran de carrera. Los principales responsables de este siniestro fueron Rubens Barrichello (Ferrari) y Ralf Schumacher (Williams), que pueden ser amonestados por la FIA debido a su actuación.Según Max Mosley, presidente de la máxima entidad del automovilismo deportivo, los comisarios de carrera declararon que los hechos fueron "un incidente de carrera", pero la FIA no piensa así.
Mosley ha declarado que "tenemos el derecho de apelar la decisión de los comisarios y, tras comentar el caso con el director de carrera -Charlie Whiting-, hemos decidido tomar medidas".