¿Quién cierra Sol?

La inminente trepanación del kilómetro cero de la capital para la construcción de lo que será la macroestación de Metro y RENFE, ha enfrentado a cara descubierta al Gobierno central con el Ayuntamiento de Madrid. La herida, que tardará al menos dos años en cicatrizar, parece ya infectada sin que exista una vacuna que proteja al ciudadano.

¿Quién cierra Sol?
¿Quién cierra Sol?

“La propuesta del Gobierno nacional es ‘inviable’ para el tráfico que soporta la zona". Así de contundentes se muestran estos días los técnicos de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid ante la petición, por parte del Ministerio de Fomento, de cerrar parcialmente la Puerta del Sol –al menos durante dos años-, con motivo de las obras que convertirán al legendario kilómetro cero en un gran boquete lleno de grúas, máquinas y otras lindezas industriales.El inicio de las obras, previsto para el próximo 15 de octubre, se ha convertido en un cuadrilátero verbal entre el consistorio y el ejecutivo central, y no parece que haya lugar para el entendimiento ni para las posibles soluciones. Y es que la cosa tiene miga.Mientras el concejal de Movilidad insiste, no sin cierta irritación, en que “no se va a denegar ni un solo permiso a unas obras que ya llevan un año y medio de retraso", acusa al Ministerio de Fomento de no atreverse a proponer el cierre al tráfico completo de la zona de Sol y de hacer, una propuesta “que significaría convertir la plaza en una ‘ratonera’ para vehículos y peatones". Dicha propuesta plantea dejar abiertos dos carriles por cada sentido, de tal forma que el cierre sería “parcial". Sin embargo, desde la concejalía se vaticina un atasco perenne para una zona que soporta el paso de 18.700 vehículos diarios y 62.000 movimientos peatonales que se incrementan hasta 150.000 durante la jornada de un sábado ordinario.Por su parte, Fomento aduce que el Ayuntamiento conocía un proyecto “que no ha sido modificado" desde su comienzo y, a través de su secretario de Estado de Infraestructuras, Victor Morlán, concluía que sería perfectamente viable mantener el tráfico durante la realización de las obras. “Aunque, inevitablemente –añadía- se producirán molestias". Como consecuencia de todo esto, el concejal de Movilidad ha fijado dos condiciones al Ministerio de Fomento para concederle los permisos que necesita para continuar con las obras. Uno, la convocatoria de una Comisión del propio Ministerio que se “encargue" de explicarle a los vecinos y comerciantes la inminente toma de la zona. Y dos, un plan de dinamización del comercio que se vea afectado por dicho cierre, al igual que se hizo en otros barrios como Embajadores o Las Letras.Desde la asociaciones de comerciantes aún no se atreven a valorar las posible consecuencias, aunque ya comienzan a hablar de la propuesta como de una auténtica “catástrofe".Igualmente añaden que en la última reunión con los responsables de Fomento que tuvo lugar antes del verano “no nos dijeron nada".Movilidad, por su parte, deducía de todo ello que, desde el Ministerio de Fomento, se pretende que sea el Ayuntamiento el que se decida a cortar Sol, para de ese modo “decir que ellos no han sido lo que pidieron que se cerrase".