Cuando el coche está encendido pero detenido, hay una parte fundamental del sistema que garantiza su funcionamiento continuo: el ralentí. Aunque no se menciona tanto como otras piezas del motor, su papel es esencial para que todo marche con suavidad. Entender qué es el ralentí del coche te ayudará a detectar fallos antes de que se conviertan en una visita obligada al taller.
Qué es el ralentí en un coche y cómo funciona
El ralentí, también conocido como “mínimo”, mantiene el motor en funcionamiento sin necesidad de pisar el acelerador. Normalmente, opera entre 700 y 1.000 revoluciones por minuto (rpm), permitiendo que la bomba de aceite, el sistema de refrigeración y otros componentes importantes sigan activos cuando el coche está parado.
¿Qué papel juega la válvula IAC?
En los coches actuales, la válvula IAC (Idle Air Control) regula el aire que entra al motor para mantener esas revoluciones estables. Es una especie de cerebro silencioso que se ajusta según la temperatura, el estado del motor o incluso el uso del aire acondicionado.

Síntomas de ralentí inestable y sus causas
Un ralentí irregular puede notarse fácilmente: el motor tiembla, las revoluciones oscilan o el coche directamente se apaga al frenar. Normalmente, el problema se origina en componentes sucios o desgastados.
Fallos más comunes
- Válvula IAC o cuerpo de mariposa sucio, impidiendo el flujo de aire adecuado.
- Tomas de vacío con fugas, que alteran la mezcla aire-combustible.
- Filtros de aire o gasolina obstruidos.
- Bujías deterioradas o cables dañados.
- Sensores como el MAF o de oxígeno averiados, enviando lecturas incorrectas a la centralita.
A veces, los residuos acumulados en el sistema pueden ser los responsables del fallo. Por eso, saber cómo limpiar el depósito de gasolina también puede marcar la diferencia en el mantenimiento del ralentí.
Buenas prácticas para cuidar el ralentí
Cuidar el ralentí no requiere grandes inversiones, solo buenos hábitos. Al arrancar el coche, esperar unos segundos antes de iniciar la marcha permite que el aceite lubrique todo el sistema. Este tiempo puede aprovecharse para ajustar los espejos o abrochar el cinturón.
Hábitos que ayudan
- Evita acelerones con el motor en frío.
- Mantén las revoluciones entre 2.000 y 3.000 rpm mientras el coche se calienta.
- Realiza trayectos largos de vez en cuando para evitar acumulación de residuos.
- Emplea combustibles de buena calidad y realiza mantenimientos periódicos.
Si se ignoran las señales de un ralentí defectuoso, puede sobrevenir un problema mayor. En algunos casos, los fallos pueden derivar en un motor gripado. La solución para un motor gripado no siempre es sencilla ni barata, y podría implicar incluso el cambio completo del propulsor.

Qué hacer si detectas fallos en el ralentí
Si notas vibraciones al detenerte, oscilaciones inusuales o el coche se apaga en semáforos, es hora de revisar el ralentí. Lo mejor es acudir a un taller de confianza, donde se comprobarán componentes clave como la válvula IAC, sensores y sistema de encendido.
Ignorar estos síntomas puede llevar a daños más graves, y en casos extremos, derivar en tener que reemplazar el motor. Y cuánto cuesta cambiar el motor de un coche dependerá del modelo y la avería, pero puede superar fácilmente los 2.000 €.
Un ralentí estable es garantía de un motor equilibrado y silencioso. Prestar atención a su funcionamiento no solo evita averías costosas, sino que prolonga la vida útil del coche y mejora tu experiencia de conducción desde el primer minuto del día.