La fiscalía de Stuttgart (Alemania) ha abierto una investigación contra un empleado todavía no identificado del fabricante de automóviles Porsche y de una filial estadounidense de la empresa por sospecha de estafa en el marco del escándalo de manipulación de datos de emisiones en vehículos diesel.
La fiscalía ha advertido en un comunicado que, de momento, no dará informaciones que vayan más allá de la apertura de las investigaciones.
Recordemos que hace dos meses, la fiscalía había informado de que investigaba al presidente del consorcio Volkswagen, Matthias Müller, a su predecesor en el cargo, Martin Winterkorn, y al presidente del consejo de supervisión, Dieter Pötsch, por un presunto delito de manipulación de mercado.
El origen de esa investigación fue una denuncia presentada el verano pasado por la autoridad alemana de supervisión financiera (BaFin) en el marco del escándalo de la manipulación de emisiones del grupo Volkswagen, destapado a finales de 2015.
Los tres son investigados como miembros de la dirección de Porsche, accionista mayoritario de Volkswagen, ante la sospecha de que informaron a los inversores “deliberadamente tarde” de las consecuencias financieras que tendría el escándalo para Porsche.
En un comunicado, Porsche considera que las acusaciones carecen de fundamento y se mostró convencido de que la compañía cumplió debidamente con sus obligaciones de información a los mercados.
Müller, en la dirección de Porsche desde 2010, asumió la presidencia de Volkswagen en septiembre de 2015 al dimitir Martin Winterkorn por la manipulación de gases contaminantes en millones de vehículos diesel de la compañía.
El “Dieselgate” sigue su curso
Hace casi dos años, Volkswagen reconoció haber manipulado millones de automóviles para simular, en pruebas de laboratorio, emisiones contaminantes menores a las reales. Según la versión oficial de Volkswagen, la junta directiva se enteró de la manipulación en septiembre de 2015, pero posteriormente salieron a la luz versiones de que el tema fue tratado a finales de julio en una reunión de alto nivel en la que se barajaron diferentes opciones sobre cómo reaccionar ante las autoridades de Estados Unidos, que destaparon el engaño. La responsabilidad de los ejecutivos de Volkswagen es investigada en Alemania por la fiscalía de la ciudad de Brunswick. Los fiscales elevaron cargos contra 31 personas.
El "Dieselgate", como fue bautizado el gran fraude en Estados Unidos, ha costado al mayor productor de automóviles del mundo miles de millones de euros por pleitos legales y multas. El grupo con sede en Wolfsburgo también afronta causas penales y uno de sus ejecutivos en Estados Unidos cumple prisión preventiva.
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