Mini se ha caracterizado por una enorme lista de accesorios para personalizar sus coches. Pero sólo ahora podrás estar seguro de que tu Mini es “único”, porque podrás diseñar tus propios accesorios originales.
Por el momento, la personalización se limita a los umbrales de puerta iluminados, la proyección led de imágenes en el suelo desde los espejos, el adorno del paso de rueda delantero y el recubrimiento del salpicadero frente al copiloto.
Se podrán elegir diversos colores, acabados superficiales, iconos y patrones, pero la clave viene de la posibilidad de incorporar textos o incluso la propia firma para dar la personalización definitiva. Lo estuvieron ensayando hace ya más de un año en flotas, incluyendo el nombre, precisamente para poder distinguir los coches (por lo demás, idénticos) de los distintos empleados.
Servicio digital y producción avanzada
Gracias a la impresión 3D y al láser se podrán fabricar los diseños que uno mismo haya creado y tener la consideración de accesorio original de la marca. El proceso, que Mini estrena en Gran Bretaña durante 2018, será online. Comienza en una página web, en la que el cliente podrá realizar su diseño. Una máquina de impresión 3D, fruto de los acuerdos del grupo BMW con HP y otros especialistas en nuevos procesos, realizará la pieza de acuerdo con sus estándares de calidad habituales.
Montaje: uno mismo o en taller
El plazo de entrega será de “unas pocas semanas”, dice la nota oficial de Mini. Han creado una nueva cadena de distribución para estas ventas directas. Las piezas personalizadas están pensadas para que el usuario las pueda instalar él mismo. Se podrán desmontar también con facilidad, de manera que se puedan de nuevo personalizar o volver al estado “despersonalizado” original cuando se quiera deshacer del coche.
Si esta personalización puede parecer tan sencilla como comprar un accesorio en la web china de Aliexpress, supone un salto notable por parte del grupo BMW, aunque te pueda llegar a tardar lo mismo en llegar. La propia marca se responsabiliza y da garantía. La producción es a la carta, digital, sin stocks, y en el caso de la fabricación 3D, sin material sobrante. La fabricación podría ser local, con mínima energía para el transporte. El cliente no necesita pasarse ni tratar con el concesionario, aunque como será un accesorio original, sí debería ser interlocutor en caso de problema con él. En un caso de futuro ideal el concesionario debería estar implicado, por proximidad, porque podría fabricarlo, podría tener algunas muestra físicas para enseñar y, sobre todo, podría conseguir que el cliente volviera a tener contacto con ellos después de la venta del coche, algo cada vez más difícil. El cambio no será barato, porque la máquina HP Jet Fusion (la misma con la que trabajan fabricantes como Nike) alcanza precios de seis dígitos. Como todo en la revolución digital, esto no ha hecho más que empezar.
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