Los motores de gasolina mejoran notablemente el agrado de conducción de los nuevos smart. Siguen siendo compactos tricilíndricos pero se ha desechado la baja cilindrada de 0,7 litros anterior (fortalecidos por un turbo), por bloques de 1 litro, atmosféricos y turbo, con distribución variable en admisión. En todos los casos hay más potencia (escalones de 61, 71 y 84 CV, éste último turbo) y par, pero sobre todo aparece una respuesta más progresiva y elástica. El haber jubilado la anterior caja de cambios manual robotizada sin pedal de embrague de 6 velocidades por una de 5 no es más que una mejor adaptación a lo que hay ahora. En carretera, el smart es un rápido misil hasta su velocidad máxima que garantiza seguras maniobras de adelantamiento. Los cambios de marchas no se suceden como antes, ni en cantidad ni en lentitud. En este sentido, Getrag ha desarrollado una nueva caja que acorta los tiempos de los cambios de marchas y sobre todo en ciudad, dulcifica los incómodos tirones que aparecían en modo automático. Con un rango de utilización claramente más ancho que en la versión equivalente anterior, el nuevo motor de 84 CV gira de forma más desahogada, con muy buena respuesta y en ciudad resulta muy evidente la rotundidad del motor en marchas largas.La versión Diesel mantiene el mismo bloque de 0,8 litros de cilindrada que ofrecerá una respuesta más sólida y agradable que el motor al que sustituye. Anuncia 45 CV, (4 más que antes con el mismo consumo medio de 3,4 l/100 km), y si sigue la línea del motor de gasolina, mucho se mejorará, porque o bien fruto de la insonorización o de la propia concepción de los motores, la rumorosidad mecánica es mucho menor.El refinamiento también llega a un interior con una presentación más seria. El salpicadero adopta formas más convencionales y recibe materiales que transmiten más calidad. La versión Cabrio adopta una capota de accionamiento completamente eléctrica y luneta de cristal y puede fijarse en cualquier posición y accionarse en marcha a cualquier velocidad. Los niveles de equipamiento se distribuyen en tres acabados, Pure, Pulse y Passion y, en un futuro, ofrecerá opcionalmente el sistema stop-star. Incluso habrá una versión híbrida. Y en el polo opuesto, una versión Brabus de gasolina más potente (98 CV).
Sobre todo ha ganado en agrado de conducción. Mejora el tacto general del coche y la combinación de motores más grandes con una caja de cambios más evolucionada se adapta también mejor al uso urbano. Aunque sigue siendo un excelente producto para calles, atascos y horas punta, su sofisticación conlleva un precio elevado con relación a sus únicas dos plazas. Los motores de gasolina mejoran notablemente el agrado de conducción de los nuevos smart. Siguen siendo compactos tricilíndricos pero se ha desechado la baja cilindrada de 0,7 litros anterior (fortalecidos por un turbo), por bloques de 1 litro, atmosféricos y turbo, con distribución variable en admisión. En todos los casos hay más potencia (escalones de 61, 71 y 84 CV, éste último turbo) y par, pero sobre todo aparece una respuesta más progresiva y elástica. El haber jubilado la anterior caja de cambios manual robotizada sin pedal de embrague de 6 velocidades por una de 5 no es más que una mejor adaptación a lo que hay ahora. En carretera, el smart es un rápido misil hasta su velocidad máxima que garantiza seguras maniobras de adelantamiento. Los cambios de marchas no se suceden como antes, ni en cantidad ni en lentitud. En este sentido, Getrag ha desarrollado una nueva caja que acorta los tiempos de los cambios de marchas y sobre todo en ciudad, dulcifica los incómodos tirones que aparecían en modo automático. Con un rango de utilización claramente más ancho que en la versión equivalente anterior, el nuevo motor de 84 CV gira de forma más desahogada, con muy buena respuesta y en ciudad resulta muy evidente la rotundidad del motor en marchas largas.La versión Diesel mantiene el mismo bloque de 0,8 litros de cilindrada que ofrecerá una respuesta más sólida y agradable que el motor al que sustituye. Anuncia 45 CV, (4 más que antes con el mismo consumo medio de 3,4 l/100 km), y si sigue la línea del motor de gasolina, mucho se mejorará, porque o bien fruto de la insonorización o de la propia concepción de los motores, la rumorosidad mecánica es mucho menor.El refinamiento también llega a un interior con una presentación más seria. El salpicadero adopta formas más convencionales y recibe materiales que transmiten más calidad. La versión Cabrio adopta una capota de accionamiento completamente eléctrica y luneta de cristal y puede fijarse en cualquier posición y accionarse en marcha a cualquier velocidad. Los niveles de equipamiento se distribuyen en tres acabados, Pure, Pulse y Passion y, en un futuro, ofrecerá opcionalmente el sistema stop-star. Incluso habrá una versión híbrida. Y en el polo opuesto, una versión Brabus de gasolina más potente (98 CV).
Sobre todo ha ganado en agrado de conducción. Mejora el tacto general del coche y la combinación de motores más grandes con una caja de cambios más evolucionada se adapta también mejor al uso urbano. Aunque sigue siendo un excelente producto para calles, atascos y horas punta, su sofisticación conlleva un precio elevado con relación a sus únicas dos plazas. Los motores de gasolina mejoran notablemente el agrado de conducción de los nuevos smart. Siguen siendo compactos tricilíndricos pero se ha desechado la baja cilindrada de 0,7 litros anterior (fortalecidos por un turbo), por bloques de 1 litro, atmosféricos y turbo, con distribución variable en admisión. En todos los casos hay más potencia (escalones de 61, 71 y 84 CV, éste último turbo) y par, pero sobre todo aparece una respuesta más progresiva y elástica. El haber jubilado la anterior caja de cambios manual robotizada sin pedal de embrague de 6 velocidades por una de 5 no es más que una mejor adaptación a lo que hay ahora. En carretera, el smart es un rápido misil hasta su velocidad máxima que garantiza seguras maniobras de adelantamiento. Los cambios de marchas no se suceden como antes, ni en cantidad ni en lentitud. En este sentido, Getrag ha desarrollado una nueva caja que acorta los tiempos de los cambios de marchas y sobre todo en ciudad, dulcifica los incómodos tirones que aparecían en modo automático. Con un rango de utilización claramente más ancho que en la versión equivalente anterior, el nuevo motor de 84 CV gira de forma más desahogada, con muy buena respuesta y en ciudad resulta muy evidente la rotundidad del motor en marchas largas.La versión Diesel mantiene el mismo bloque de 0,8 litros de cilindrada que ofrecerá una respuesta más sólida y agradable que el motor al que sustituye. Anuncia 45 CV, (4 más que antes con el mismo consumo medio de 3,4 l/100 km), y si sigue la línea del motor de gasolina, mucho se mejorará, porque o bien fruto de la insonorización o de la propia concepción de los motores, la rumorosidad mecánica es mucho menor.El refinamiento también llega a un interior con una presentación más seria. El salpicadero adopta formas más convencionales y recibe materiales que transmiten más calidad. La versión Cabrio adopta una capota de accionamiento completamente eléctrica y luneta de cristal y puede fijarse en cualquier posición y accionarse en marcha a cualquier velocidad. Los niveles de equipamiento se distribuyen en tres acabados, Pure, Pulse y Passion y, en un futuro, ofrecerá opcionalmente el sistema stop-star. Incluso habrá una versión híbrida. Y en el polo opuesto, una versión Brabus de gasolina más potente (98 CV).
Sobre todo ha ganado en agrado de conducción. Mejora el tacto general del coche y la combinación de motores más grandes con una caja de cambios más evolucionada se adapta también mejor al uso urbano. Aunque sigue siendo un excelente producto para calles, atascos y horas punta, su sofisticación conlleva un precio elevado con relación a sus únicas dos plazas. Los motores de gasolina mejoran notablemente el agrado de conducción de los nuevos smart. Siguen siendo compactos tricilíndricos pero se ha desechado la baja cilindrada de 0,7 litros anterior (fortalecidos por un turbo), por bloques de 1 litro, atmosféricos y turbo, con distribución variable en admisión. En todos los casos hay más potencia (escalones de 61, 71 y 84 CV, éste último turbo) y par, pero sobre todo aparece una respuesta más progresiva y elástica. El haber jubilado la anterior caja de cambios manual robotizada sin pedal de embrague de 6 velocidades por una de 5 no es más que una mejor adaptación a lo que hay ahora. En carretera, el smart es un rápido misil hasta su velocidad máxima que garantiza seguras maniobras de adelantamiento. Los cambios de marchas no se suceden como antes, ni en cantidad ni en lentitud. En este sentido, Getrag ha desarrollado una nueva caja que acorta los tiempos de los cambios de marchas y sobre todo en ciudad, dulcifica los incómodos tirones que aparecían en modo automático. Con un rango de utilización claramente más ancho que en la versión equivalente anterior, el nuevo motor de 84 CV gira de forma más desahogada, con muy buena respuesta y en ciudad resulta muy evidente la rotundidad del motor en marchas largas.La versión Diesel mantiene el mismo bloque de 0,8 litros de cilindrada que ofrecerá una respuesta más sólida y agradable que el motor al que sustituye. Anuncia 45 CV, (4 más que antes con el mismo consumo medio de 3,4 l/100 km), y si sigue la línea del motor de gasolina, mucho se mejorará, porque o bien fruto de la insonorización o de la propia concepción de los motores, la rumorosidad mecánica es mucho menor.El refinamiento también llega a un interior con una presentación más seria. El salpicadero adopta formas más convencionales y recibe materiales que transmiten más calidad. La versión Cabrio adopta una capota de accionamiento completamente eléctrica y luneta de cristal y puede fijarse en cualquier posición y accionarse en marcha a cualquier velocidad. Los niveles de equipamiento se distribuyen en tres acabados, Pure, Pulse y Passion y, en un futuro, ofrecerá opcionalmente el sistema stop-star. Incluso habrá una versión híbrida. Y en el polo opuesto, una versión Brabus de gasolina más potente (98 CV).
Sobre todo ha ganado en agrado de conducción. Mejora el tacto general del coche y la combinación de motores más grandes con una caja de cambios más evolucionada se adapta también mejor al uso urbano. Aunque sigue siendo un excelente producto para calles, atascos y horas punta, su sofisticación conlleva un precio elevado con relación a sus únicas dos plazas.
Nuevo smart. Radicalmente nuevo.
Sigue siendo la versión minúscula del utilitario más comprometido con la causa. Pero había que mejorar la seguridad, el confort y la dinámica, y estos objetivos han llevado a desarrollar una segunda generación menos pequeña para hacerlo más coche.
