Negativa de la UE a la fusión de Volvo con Scania

Los compromisos de Volvo llegaron tarde.

La Comisión Europea, a través de su Comisario de la Competencia, Mario Monti, ha anunciado su decisión de no autorizar la fusión entre Volvo y Scania. Para la Comisión, esta alianza llevaría a una posición de abuso por parte de Volvo en varios sectores. Las posiciones dominantes del fabricante sueco se harían patentes en Suecia, Noruega, Finlandia y Reino Unido en el sector de autocares de turismo y en estos tres países nórdicos más en Dinamarca, en autobuses interurbanos y en autobuses. Para justificar la decisión de la Unión Europea, Monti declaró que esta decisión se había tomado teniendo en cuenta las opiniones de los consumidores, además, señaló que los últimos compromisos ofrecidos por Volvo, presentados el 7 de marzo, llegaron tarde para que la comisión de Competencia tuviera tiempo de examinarlos.
El presidente de Volvo, Leif Johansson, en una nota de prensa, ha declarado que lamenta el veto de la Unión Europea y añade que la decisión va en contra del "concepto de mercado común". El proceso de negociaciones para la fusión se inició en agosto de 1999 y el montante de la operación se valoró en 6.870 millones de dólares (1.167.900 millones de pesetas). Esta decisión europea podría facilitar la adquisición de Volvo por parte de Fiat. Esta operación, según la actual política de la UE, sí sería factible, porque se llevaría acabo entre diferentes países.
La decisión, en Volvo Truck España, tampoco ha sentado bien. El consejero delegado en este país, Cornel Crivei, ha declarado que no entiende dónde se encuentra la posición de dominio y abuso de Volvo. Por otra parte, se han hecho públicas las cifras de facturación de empresa en España durante 1999. Según estos datos, se han facturado 50.0000 millones de pesetas, con unas ventas de 3.581 camiones y 391 autobuses.