El motor del limpiaparabrisas es uno de esos componentes que normalmente pasan desapercibidos, pero que resultan esenciales para la seguridad del conductor. Su función principal es accionar las escobillas limpiaparabrisas, garantizando una visibilidad adecuada cuando hay lluvia, nieve, polvo o suciedad en la carretera.
Por eso, es importante conocer cómo funciona, cómo detectar fallos y qué hacer para mantenerlo en buen estado durante el mayor tiempo posible.
Cómo saber si el motor del limpiaparabrisas está fallando
Los primeros síntomas de un mal funcionamiento pueden parecer leves, pero si no se corrigen a tiempo pueden derivar en una avería completa. Estos son algunos de los fallos más habituales que conviene revisar:
Fusible fundido
Cuando el motor deja de funcionar de forma repentina, lo primero que conviene revisar es el fusible correspondiente. Si está fundido, bastará con sustituirlo por otro del mismo amperaje para que todo vuelva a la normalidad.
Acumulación de suciedad o falta de lubricación
Un mantenimiento deficiente puede hacer que el motor trabaje forzado o se bloquee. En estos casos, se recomienda limpiar bien la zona y aplicar lubricante específico en las partes móviles del sistema para recuperar su funcionamiento.

Problemas en la palanca de activación
Si al accionar la palanca no se produce ningún movimiento o este es irregular, puede haber un fallo eléctrico en la conexión entre el mando y el motor. A veces basta con revisar y ajustar las conexiones, pero en otros casos será necesario sustituir la propia palanca.
Cuándo es necesario cambiar el motor
A diferencia de otros componentes, el motor del limpiaparabrisas no tiene una vida útil exacta, pero ciertos síntomas pueden indicar que ha llegado el momento de sustituirlo.
Señales claras de avería
- El motor no responde incluso después de revisar fusibles, conexiones y lubricación.
- Funciona de forma intermitente o errática, sin seguir un ritmo constante.
- Se calienta en exceso al funcionar o emite ruidos anormales.
- Las escobillas apenas se mueven, lo hacen con dificultad o no cubren adecuadamente la superficie del cristal.
¿Cuánto cuesta sustituir el motor del limpiaparabrisas?
El precio depende principalmente de la marca y el modelo del coche, así como del tipo de motor que utilice. En general, el coste de un motor nuevo oscila entre 20 y 100 euros, a lo que habría que sumar la mano de obra en caso de no instalarlo uno mismo.
También existen opciones de motores de segunda mano, más económicas, pero con el riesgo de que su vida útil sea más corta.

Consejos para alargar la vida del motor del limpiaparabrisas
Unos cuidados mínimos pueden marcar la diferencia entre un motor que dura años y uno que se estropea prematuramente. Estas recomendaciones te ayudarán a mantenerlo en buen estado:
Revisa el nivel del líquido limpiaparabrisas
Mantén el depósito de líquido limpiaparabrisas lleno y utiliza siempre productos específicos. Evita el agua con jabón, ya que puede dañar el sistema o formar residuos que obstruyen los conductos.
Cambia las escobillas una vez al año
Las gomas se endurecen con el tiempo y pierden eficacia, lo que fuerza el motor y puede provocar desgaste prematuro. Unas escobillas en buen estado también evitan rayar el cristal.
No uses el sistema en seco
Activar los limpiaparabrisas con el parabrisas seco desgasta tanto las escobillas como el motor. Asegúrate de que haya agua o líquido limpiador antes de ponerlo en marcha.
Revisa fusibles y conexiones
Una revisión periódica del sistema eléctrico puede evitar fallos inesperados. Ante cualquier anomalía en la velocidad o el funcionamiento del motor, conviene revisar también los conectores.
Aunque no sea uno de los componentes más visibles del vehículo, el motor del limpiaparabrisas es una de esas piezas importantes en la seguridad al volante. Detectar a tiempo los síntomas de fallo, realizar un mantenimiento regular y utilizar el sistema correctamente son acciones sencillas que pueden evitar reparaciones más costosas.
Prestar atención a estos detalles mejora la visibilidad en condiciones adversas y garantiza una conducción más segura, especialmente cuando el tiempo no acompaña.