Mitsubishi planea reducir su capacidad en un 15 por ciento

Mitsubishi tiene un nuevo número dos, Rolf Eckrodt. Este ejecutivo llega con un plan de saneamiento debajo del brazo: recortar en un 15 por ciento la capacidad del fabricante nipón.

Mitsubishi quiere pasar página a un mal año financiero. En el anterior ejercicio fiscal, la compañía japonesa obtuvo unas pérdidas de 75.600 millones de yenes (138.100 millones de pesetas). Estos números rojos, dobles a los del año anterior, son el fruto del escándalo provocado por ocultar fallos en sus vehículos.
Con el objetivo de salvar la imagen y, sobre todo, los bolsillos de la empresa, el viernes pasado Mitsubishi nombró nuevo director de operaciones. El elegido fue Rolf Eckrodt, un ejecutivo de 58 años llegado desde la presidencia de la división ferroviaria de DaimlerChrysler.
Rolf Eckrodt tiene un mandato claro: conseguir beneficios para el 2002. Este objetivo, según adelantó el diario japonés "Nihon Keizai Shimbun", llevará a que la compañía anuncie en febrero un recorte de su producción del 15 por ciento.
Esta reconversión, que se producirá en dos años, traerá consigo el cierre de la planta de Nagoya y el despido de parte de su plantilla, compuesta actualmente por 9.000 trabajadores.
El fabricante nipón también se enfrenta a una renovación en su división de vehículos industriales. Volvo, directo competidor de DaimlerChrysler en este mercado, posee el 5 por ciento de Mitsubhisi y ya ha anunciado que quiere alcanzar el 19,9. Por su parte, la intención de D/C, que posee el 34 por ciento, es convertirse en su accionista mayoritario.