El diseño del Mitsubishi L200 está inspirado en los Montero Evo ganadores del último Rallye Dakar. Y en él se ha cuidado especialmente el confort de sus pasajeros. Por eso, han hecho un duro trabajo para asemejar el interior al de un turismo: inclinación del respaldo de los asientos traseros, huecos portalatas, reposabrazos central o las ventanillas eléctricas detrás son algunas de sus bazas más importantes. Se sabe ya la mecánica que montará, un 2.5 de gasóleo turboalimentado de 136 CV y 31 mkg que cumple con la norma anticontaminación Euro IV, cuya entrada en vigor se producirá en enero próximo. De hecho, una de las premisas para su desarrollo fue la de cumplir un consumo bajo, tanto con la caja de cambios manual de cinco velocidades como con la transmisión automática de cuatro relaciones.
Con la transmisión manual, el L200 acelera de 0 a 100 km/h en 14,6 segundos; con la automática emplea unos segundos más: 17,8. La máxima velocidad de este todo terreno es de 165 km/h.
Hay tres carrocerías disponibles, aunque aún no se ha decidido si todas ellas vendrán a nuestro país: simple, club y doble cabina –con cuatro puertas-. Conoceremos más datos después de su presentación oficial en el Salón de Bolonia el 1 de diciembre próximo. Para transferir todo el caudal del fuerza al suelo, el Mitsubishi L200 monta unos neumáticos 245/70R sobre llanta de 16 pulgadas o bien unos 245/65R sobre llantas de 17 pulgadas, dependiendo del mercado y de la carrocería elegida. Los consumos son similares independientemente del tipo de carrocería de que se trate, entre los 10,7 y 11,8 litros a los 100 km en recorridos urbanos y entre los 7,4 y 2,2 litros a los 100 km, si se trata de trazados extraurbanos.
Entre los elementos de serie que incluye se encuentran el “super select") sistema de tracción permanente 4x4) y el control de tracción y de estabilidad. El L200 suma cuatro estrellas en el test EuroNCAP. Los responsables de la firma japonesa prevén vender 35.000 unidades al año en toda Europa. Para conseguirlo, han tomado en consideración “los gustos y las exigencias del cliente europeo". Esta cuarta generación recoge la experiencia acumulada por este coche en otros mercados donde lleva funcionando ya muchos años, pero con los “tintes" necesarios para ajustarse al exigente mercado del Viejo Continente.