Menos probabilidad de accidentes después de una multa

La publicación científica The Lancet acaba de presentar un estudio cuya conclusión más importante es que, tras una sanción de tráfico, los conductores tienen menos posibilidades –hasta un 35 por ciento- de tener un accidente.

Los datos recogidos por Donald Redelmeir, el Sunnybrook y el Hospital de Toronto (Canadá) indican que, tras una multa a un conductor, se reduce la posibilidad de que éste tenga un accidente en el mes posterior, porque va con más cuidado. Según las estadísticas mencionadas, el porcentaje de descenso del riesgo mortal sería de un 35 por ciento, respecto a los datos recogidos un mes antes de la sanción.

Los cálculos publicados en The Lancet indican que la aplicación sistemática de las normas de tráfico mediante sanciones podría conseguir una reducción importante de los fallecidos en accidente de tráfico. En todo el mundo se producen unos 2.700 siniestros al día. Harían falta 80.000 multas, para evitar una muerte en carretera.

Si se quisiera evitar una muerte en carretera, bastaría con imponer 80.000 multas. Estos desorbitados números parecen indicar que la educación vial es bastante más importante que las sanciones puras y duras, aunque los porcentajes comparativos aún no se conocen con certeza.

No obstante, bastantes estudios argumentan que las sanciones de tráfico no hacen más que incrementar los siniestros. Los conductores suelen ir más atentos para descubrir los posibles controles que pendientes de lo verdaderamente importante: el coche y la carretera.

Hay dos tipos importantes de sanción: aquellas que se acumulan y aquellas que no. Pues bien, en el primero caso, y siempre según el estudio publicado en The Lancet, el número de accidentes desciende cuando el conductor acumula “puntos negros" en su expediente.

Dentro de unos meses, en primavera de 2004, la Universidad de Londres publicará un trabajo acerca de los efectos que tienen los accidentes en la salud pública. Es necesario recordar que los siniestros de tráfico dejan tras de sí devastadoras consecuencias y no sólo personales, sino económicas.