Parece una tontería, pero el hecho de que se te empañen los cristales es algo que te puede estropear un viaje o parte de él, por eso es clave que sepas cómo solucionarlo rápidamente para poder seguir tu marcha sin mayores problemas y con una buena visibilidad, algo que es clave en la carretera.
Primer truco
Como es evidente, los coches cuentan con una función para solucionar el empañamiento de las lunas. Para ello deberás seleccionar la opción de aire en el parabrisas, a poder ser a una temperatura elevada, eso sí, de manera progresiva para que, al estar el cristal congelado, no se hagan grietas, algo que se suele controlar desde el climatizador. Después de que se hayan empañado, pon el aire acondicionado o baja la temperatura del climatizador para que no haga demasiado calor en el habitáculo. Debemos recalcar que no se debe dar al botón de recirculación del aire en ningún momento, ya que sería contraproducente.
Segundo truco
Este es especialmente para invierno y consiste en esperar unos instantes una vez hayas arrancado el motor del coche antes de empezar el trayecto. Así, el coche se calentará de manera progresiva y el parabrisas mantendrá una temperatura, haciendo que los cristales sean más difíciles de empañar. Si arrancamos con el motor frío, el interior del coche no tendrá temperatura y al empezar el trayecto es más probable que se empañe.
Tercer truco
En este caso es una solución casera que se compone de tres ingredientes. Con ella se puede conseguir un producto muy útil para desempañar los cristales de tu coche de manera que permitan tu visibilidad. Necesitaremos detergente en polvo, agua y glicerina, que hay que mezclarlos en pocas cantidades y darle por la parte interior del cristal con un trapo.

Para prevenir
Está bien saber trucos para desempañar los cristales, pero es mejor aún si hacemos que, directamente no se empañen con estos trucos:
- Echar productos específicos en la parte interior del parabrisas. Se venden en formato de spray o de crema.
- Esparce alcohol por la parte interior del parabrisas.
- Esparce champú con un trapo por la parte interior del parabrisas.
- Meter arena para gatos en un calcetín y ponerlo debajo de los asientos.
- Parte una patata por la mitad y pasa la parte lisa por el interior del parabrisas. El almidón que contienen estos tubérculos ayudará a que el coche no se empañe, especialmente en días lluviosos.