El presidente catalán y candidato de CiU a la reelección ha afirmado, en el ecuador de campaña, que en un mapa político como el catalán, muy atomizado por la diversidad de fuerzas políticas, es 'prácticamente imposible' lograr una mayoría absoluta.
Por ello ha remarcado, en una entrevista con RNE, que su principal objetivo es sacar en las urnas una 'mayoría excepcional', siendo un buen resultado que CiU amplíe su distancia con el PSC.
En un acto en el Ateneu Barcelonès, Mas ha dicho: 'El 'establishment', que defiende determinadas estructuras tradicionales en España, ya se ha puesto en marcha y también lo hará el Estado español, porque no tolerarán que desde Cataluña se hagan operaciones de estas características'.
Mas ha apelado a 'resistir' y mantener la 'pulcritud democrática' ante las 'provocaciones'.
Por su parte, el candidato del PSC a la Generalitat, Pere Navarro, ha descartado de manera tajante cualquier pacto con el PPC tras el 25N para frenar el proyecto soberanista de CiU.
Preguntado en un desayuno informativo por si contempla un pacto 'constitucionalista' con el PPC después de las catalanas, Navarro ha rechazado esta opción de manera rotunda: 'Su modelo de Estado no es el nuestro. No, ya le digo que no, no pactaremos con ellos'.
Por su parte, el PPC ha celebrado un acto en las cavas Freixenet, en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona), en donde su candidata a la Generalitat, Alícia Sánchez-Camacho, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, han expresado su apoyo al cava catalán y en general a los productos catalanes, y han dejado clara su oposición a cualquier boicot a los productos catalanes.
Han subrayado que los españoles saben 'separar' perfectamente las reivindicaciones independentistas de 'determinados partidos nacionalistas' de los productos y las empresas catalanas, y han remarcado que un hipotético boicot sería 'una solemne barbaridad'.
Cospedal y Sánchez-Camacho han defendido las 'ventajas' de la 'marca España' para empresas catalanas tan internacionalizadas como Freixenet frente al 'separatismo' de CiU.
El habitual debate de campaña se ha visto alterado hoy por una información publicada por el diario El Mundo, según la cual un 'borrador' de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal sostiene que parte de las comisiones que determinadas empresas pagaban a CDC a través de la trama del Palau de la Música 'se han desviado a cuentas personales de sus dirigentes'.
El informe señala que estas cantidades se ingresaban en cuentas en Suiza y Liechtenstein controladas por Jordi Pujol y su familia, y por Mas y el padre del presidente catalán.
Mas ha asegurado que la noticia que le vincula a él y a su familia con el pago de comisiones a CDC es 'mentira', por lo que interpondrá una demanda contra los autores de las informaciones.
El juzgado de instrucción número 30 de Barcelona, encargado de las diligencias sobre el expolio del Palau de la Música, no ha encargado a la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal 'ni la ampliación ni ninguna otra investigación' sobre este caso, según ha informado en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
En este contexto, Pere Navarro (PSC) ha dicho: 'Ante las graves acusaciones que apuntan directamente no sólo a la persona de Mas, sino a también a la institución, tiene que explicarse inmediatamente y si piensa que no son correctas debe presentar una querella cuanto antes, porque cada minuto que tarde crece la sospecha'.
La candidata del PPC a la Generalitat, Alícia Sánchez-Camacho, ha pedido a Mas que 'dé la cara' por unas 'acusaciones que son graves'.
El candidato de ERC, Oriol Junqueras, ha afirmado que a su partido estas informaciones 'le preocupan que sean ciertas, pero también si no lo son', mientras que el líder de Ciutadans, Albert Rivera, ha pedido explicaciones a Mas y le instado a desmentir la información porque, de no hacerlo, entonces 'debe dimitir'.
Por otro lado, el coordinador general de IU, Cayo Lara, ha visitado el cinturón de Barcelona en apoyo de Joan Herrera (ICV-EUiA) y ha dicho que 'el debate ficticio de la bandera le viene bien a la derecha': PP y CiU evitan hablar de los recortes.