La distracción en España es el primer factor humano que interviene cuando se produce un accidente de tráfico. 6 de cada 10 conductores se han distraído alguna vez al manipular elementos del vehículo, lo que supone unos 15 millones de españoles. Así, de media, un conductor realiza seis acciones por trayecto que le suponen perder de vista la atención en la circulación, lo que termina, en el uno por ciento de las ocasiones, en accidente. Esta es una de las conclusiones que se derivan del informe sobre las distracciones manipulativas durante la conducción llevado a cabo por BP, Castrol y RACE como parte de la campaña ‘Manos al volante’.
Las acciones más habituales que suelen originar una distracción dentro del vehículo son aquellas que van asociadas a una conducción normal. Por ejemplo, usar el limpiaparabrisas o luces es una acción realizada por el 97 por ciento de los conductores; subir y bajar las ventanillas, un 94 por ciento; regular el aire acondicionado un 89 por ciento; y manipular la radio, el mp3 o escucha cds un 88 por ciento. Estos actos, aunque son más frecuentes, implican un menor nivel de distracción.
Pero hay otras, también habituales, que los encuestados declaran realizar al conducir, donde el nivel de distracción es mayor porque va aumentando el riesgo de no ir atento al tráfico. Por ejemplo, existe un 42 por ciento de conductores que regula los retrovisores mientras conduce, y el 22 por ciento confiesa regular la posición del asiento o reposacabezas. Acciones todas ellas que deben realizarse antes de comenzar el desplazamiento, con el vehículo parado y sin poner en peligro la circulación.
Otras son menos habituales pero implican una mayor distracción y, por tanto, un mayor nivel de riesgo. Entre ellas las llamas ‘distracciones tecnológicas’, como acceder a internet desde el vehículo (un 4 por ciento de los conductores), sincronizar dispositivos con el vehículo (el 14 por ciento) o usar el ordenador de a bordo (el 22 por ciento). Buscar objetos en la guantera también es considerada como una acción de alto riesgo y es realizada por el 16 por ciento de los encuestados.
Desconocimiento de la tecnología, un nuevo tipo de distracción
Este estudio también pone de manifiesto un nuevo modelo de distracción que es el relacionado con el desconocimiento de las funciones avanzadas que ofrecen los vehículos más modernos, como por ejemplo, el limitador y control de velocidad o el sistema de alerta de cambio de carril, entre otras. Así el ESP, el mayor avance en seguridad de los últimos años y obligatorio desde el 2014,, es desconocido por el 44 por ciento de conductores, el 20 por ciento no sabe si lo incorpora su vehículo, y el 58 por ciento no sabe cómo funciona. En este sentido lo que se supone una ayuda para evitar los accidentes de tráfico, se transforma en un problema, por ello el 95 por ciento de los 1.150 conductores encuestados, demandan formación sobre las nuevas tecnologías que incorporan sus vehículos, ya que su desconocimiento provoca estrés al 13 por ciento de los encuestados, incertidumbre al 14 por ciento y distracciones a uno de cada cuatro conductores.
#manosalvolante
Para concienciar a los conductores de la importancia de no distraerse mientras se conduce, la campaña ‘Manos al Volante’, BP, Castrol y el RACE cuentan con el apoyo del piloto Roldán Rodríguez, quien será el encargado de ofrecer diferentes consejos sobre la importancia de mantener la concentración en la carretera y el conocimiento del vehículo. Además en la web www.manosalvolante.es creada exclusivamente para este fin, los usuarios podrán encontrar vídeos formativos, infografías sobre las principales fuentes de distracciones, entrevistas a personalidades relevantes, juegos de conocimiento, concursos en Facebook y campañas especiales que se lanzarán a través de las redes sociales.
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