Magda Salarich quiere vender 1,2 millones de coches en Europa

A caballo entre Madrid y París, Magda Salarich ha logrado escalar a lo más alto de Citroën Europa. De paso, se ha convertido en una de las mujeres con más poder de decisión en todo el mundo. Para este año, la ejecutiva prevé que su marca alcance la cifra de 1,2 millones de coches vendidos.

Magda Salarich quiere vender 1,2 millones de coches en Europa
Magda Salarich quiere vender 1,2 millones de coches en Europa

A Salarich no le preocupa mucho que el mercado europeo esté en retroceso, concretamente perdiendo un tres por ciento con respecto al año pasado. Confía en su producto y sabe que van a vender más. El año pasado lograron una cuota de penetración del 6,4 por ciento y, para 2002, esperan mantenerse en ese nivel o crecer algo.

En declaraciones al diario Cinco Días, que la entrevista con motivo de la celebración del

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Salón de Madrid , Salarich expresa su fe en el mercado y en su capacidad para sobreponerse a la crisis (palabra que ella se niega a mencionar).

La ejecutiva de Citroën también tiene buenos augurios para el mercado español y, sobre todo, para su industria. Asegura que las fábricas españolas seguirán en primera línea y, si mantienen la calidad, no les faltará el trabajo.

Sin embargo, Salarich reclama más apoyo institucional. Considera que el Gobierno español debería bajar la carga fiscal del automóvil para hacerlo más competitivo. En esta línea, explica que no pierde "la esperanza de ver cómo desaparece el impuesto de matriculación", una tasa que, cedida ahora a las autonomías, parece muy lejos de caer en desuso.

Contra Bruselas
Los ataques de Magda Salarich contra el sistema fiscal del sector del automóvil tienen mucho que ver con la reforma de la distribución que prepara la Unión Europea. La directora comercial de Citroën se queja de que la alta fiscalidad de países como España impide que se armonicen a la baja los precios en toda la Unión, pues hay muchas diferencias con otros países donde los impuestos son más bajos. Por eso hará falta subir los precios, para igualar por arriba.
"Salvo que los gobiernos armonicen los impuestos, y hasta que eso ocurra, en el periodo de transición, la verdad es que los concesionarios sufrirán. La desunión de la venta y la postventa crea un problema al consumidor", comenta.

En este sentido, Salarich hace una balance más bien pesimista del proyecto de liberalización que prepara la Comisión. Indica que hay partes que le parecen bien, como el trato que se da al automóvil de producto particular, la posibilidad para el fabricante de optar entre un modelo de distribución selectiva o exclusiva y también la posibilidad de elegir concesionarios con criterios cualitativos o cuantitativos propios.
Sin embargo, no está tan de acuerdo con la desaparición de la cláusula de localización, que abre a los concesionarios la posibilidad de abrir puntos de venta en cualquier lugar dentro de la Unión. También ve zonas oscuras en la separación entre venta y postventa y en el multimarquismo dentro de un mismo concesionario.

Considera que el multimarca traerá un fenómeno claro: los concesionarios expondrán más y venderán más aquellos coches que les dejen más margen de beneficio. En cuanto a la separación de la postventa, asegura que traerá desventajas para los usuarios, sobre todo en las zonas menos pobladas.

Para Citroën, la nueva normativa traerá también cambios. Salarich dice que van a instaurar un precio único europeo, lo que obligará a revisar al alza las tarifas, porque no hay margen para hacerlo a la baja. Esa revisión supondrá una subida de precios en torno al cinco por ciento. "Hay que comprar ahora", recomienda a los consumidores.

En cuanto a su red de concesionarios, no espera que haya grandes cambios, se mantendrá la misma estructura de unos 190 puntos de venta y, de momento, no habrá concentración de concesionarios.