Los atascos que se producen en días laborales en las ciudades españolas de más de 200.000 habitantes cuestan a las arcas del Estado más de 1.500 millones de euros al año. Son datos de Francisco Muñoz de Escalona, científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) aporta más datos: los atascos pueden llegar a doblar el consumo de los vehículos y aumentar en un 80 por ciento sus emisiones de CO2. No sólo se pierde tiempo y se aumenta el consumo de combustible; la congestión viaria también acarrea contaminación, empobrecimiento de la calidad de vida y aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. Es cierto que pocas urbes están libres de este mal. Si juntásemos todos los atascos que se están produciendo en estos momentos en las carreteras de la UE, tendríamos más de 7.500 kilómetros (el 10 por ciento de las vías) completamente bloqueados. Sin embargo, Madrid es la ciudad española más castigada. Según los datos del CSIC, la capital soporta en torno al 60 por ciento de los costes provocados por los atascos, ya que en sus carreteras se registran el 17 por ciento de las retenciones que se producen en nuestro país. ¿Qué ocurre en Madrid?Hoy, el Ayuntamiento ha decidido limitar el tráfico en 11 zonas neurálgicas de Madrid. ¿El motivo? Más obras: en Costa Rica, en el túnel de Cuatro Caminos, en Princesa, en Gan Vía, en Lavapiés, en Atocha, en Alonso Martínez, en Mendez Álvaro... Además, continúan los trabajos en la M-30. Ahora mismo, hay nueve puntos de obra en esta carretera de circunvalación, a los que se añadirá el cruce con la A-3. A partir de hoy, por las noches (desde las 23.00 horas a las 06.00), estará cortado el tráfico en la M-30 bajo el cruce bajo la A-6 dirección norte. También se cerrará el ramal de acceso a la carretera de circunvalación desde la Plaza de Conde Casal, para lo que se ha previsto un desvío hacia la calle O’Donell, la avenida Ciudad de Barcelona y Méndez Álvaro.
![]() Los responsables tienen claro que algo hay que hacer. Pero ¿qué? Las propuestas son de lo más dispares. Hay quien habla de hacer un carril adicional, otros apuntan que se tendrían que quitar las barreras de hormigón para que los coches pudieran abandonarlo, incluso algunos apuntan la posibilidad de poner a patrullar a un autobús con dos cabezas (que se pueda conducir desde la parte delantera y trasera para que pueda remolcar a cualquier vehículo averiado). |