Los vigilantes del SER se echan a la calle

“Más seguridad y menos zonas blancas". Con este y otros gritos, hasta 200 manifestantes, trabajadores todos ellos del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), se han vuelto a echar a la calle para reclamar algo tan simple como ir a trabajar sin riesgo de ser apaleados por la furia de los conductores.

Los vigilantes del SER se echan a la calle
Los vigilantes del SER se echan a la calle

Al grito de “Gallardón, baja y multa tú", unos 200 trabajadores del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), se dieron cita el pasado viernes en la plaza de La Villa de Madrid para secundar la convocatoria de huelga ante las agresiones sufridas por estos “recaudadores", víctimas de la violencia ciudadana. Así, según los sindicatos CCOO y UGT, hasta un 85 por ciento de los 1.600 de los empleados del SER –un 30 por ciento según las cifras reflejadas por el Ayuntamiento- habrían secundado esta segunda jornada de paros. La anterior tuvo lugar el pasado día 10.De ese modo, entre las 10 y las 13 horas de este pasado sábado, los “trabajadores del parquímetro", exigieron al Consistorio madrileño, capitaneado por el popular Alberto Ruiz-Gallardón, “mayor implicación" en un conflicto que ya ha costado unas cuantas lesiones físicas a diversos trabajadores.Tal como denunciaba la representante sindical de UGT, Rosa Palomar, tras la reunión el día anterior con las dos empresas que gestionan los parquímetros, no se llegó a ningún acuerdo en sus reclamaciones “básicas", como son dotar a los controladores de transmisores para contactar rápidamente con sus compañeros en caso de agresión, que las empresas se personen como acusación particular en los juicios de faltas por lesiones o que los vigilantes puedan realizar en pareja las rutas más conflictivas. Durante este último año de legislatura, Gallardón está viendo cómo las “huestes" ciudadanas y políticas se le echan encima.Además de la “faraónica" transformación metropolitana que mantiene a la ciudad en pie de guerra, el conflicto de los parquímetros ha pasado de ser un brote de combate vecinal, a un turbio entramado que podría ser el escándalo que un alcalde jamás quisiera para su gobierno.Ante el “estupor" de Trinidad Jiménez por la falta de manifestaciones de Alberto Ruiz-Gallardón ante la presunta trama de la adjudicación de estos nuevos parquímetros, PSOE e IU reclaman ya la creación de una comisión de investigación.Y es que, como ya publicamos en Autopista.es, el hecho de que el apoderado de Hixienes, empresa que explotará los nuevos parquímetros, sea un antiguo cargo del PP gallego e íntimo del actual concejal de Seguridad de Madrid, Pedro Calvo, es algo que, junto a las denuncias por supuestas irregularidades en el proceso de adjudicación que interpusieron dos de las empresas “perdedoras" –Dornier y Setex-, ha puesto la sospecha de corrupción sobre la mesa.Tras las últimas jornadas de protestas, los vecinos de Carabanchel Alto han decidido dar una tregua lúdica y jocosa a la lucha activa por la eliminación de los parquímetros, vistiéndolos y engalanándonos con flores y lazos. Incluso, algunos pintaron de rosa las líneas verdes de aparcamiento y los más avezados multaron a un par de coches policiales por estar “mal estacionados".