En las últimas semanas, tres importantes instituciones han elevado sus críticas contra los radares de la DGT. Por un lado, el RACE denunciaba hace unos días que los cinemómetros están mal situados y no vigilan puntos peligroso. Por otro, la revista Autopista publicaba un exhaustivo informe en el que analizaba, uno por uno, todos los radares de España llegando a la conclusión de que el 40 por ciento está en puntos de escaso riesgo.
Ahora es Automovilistas Europeos Asociados quien se une a estas críticas y aporta cifras todavía más duras de las elaboradas por Autopista.
Los técnicos de AEA han tomado como referencia los 36 últimos radares instalados por la DGT en las provincias de Madrid, Guadalajara, León, Toledo, Zamora, Lugo, Pontevedra, Orense, Alicante, Valencia, Murcia, Málaga, Jaén, Córdoba y Palencia.
Sin embargo, para la AEA, estas palabras de Navarro no coinciden con los hechos. Mario Arnaldo recuerda que, según la propia DGT, entre agosto y noviembre de 2005 los radares fijos realizaron 100.000 denuncias por excesos de velocidad. En AEA han calculado que estas sanciones pueden haber reportado a las arcas de Tráfico unos 16 millones de euros.
Arnaldo cree que la política de radares es “perversa", porque se sigue a rajatabla el ejemplo de Francia, donde se han instalado ya más de 1.000. Sin embargo, señala también que en España se están colocando de forma diferente, apostando siempre por autovías y autopistas, mientras que en Francia el 65 por ciento de los cinemómetros está en carreteras secundarias.
Ante este triunfalismo, Arnaldo quiere subrayar que el primer trimestre de 2005 incluyó la Semana Santa, algo que no ha sucedido en 2006, con lo que los datos quedan distorsionados.
Analizada su ubicación, la AEA llega a la conclusión de que un 44 por ciento de estos radares está en puntos en los que hace más de cinco años que no se había producido un accidente mortal.
Además, en un 27,7 por ciento de los puntos sólo se había contabilizado un accidente y sólo en un 19,4 por ciento de los lugares elegidos para poner radares se había producido un siniestro en el último lustro.
Teniendo en cuenta que sólo se considera “punto negro" aquel que reúne más de tres siniestros mortales en un plazo de un año y en un espacio inferior a 100 metros, AEA determina que el 90 por ciento de los puntos elegidos por la DGT para instalar radares no son puntos negros. Así, sólo un 10 por ciento de estos 36 radares analizados vigila lugares especialmente peligrosos.
El trabajo de la DGT es incluso más completo porque, en lugar de utilizar el concepto de “punto negro" de la DGT, emplea el de “punto de concentración de accidentes, que incluye tramos de un kilómetro de largo, durante cinco años y tomando en cuenta la intensidad media diaria de cada vía.En Autopista.es tienes la mayor cantidad de información disponible sobre los radares que “acechan" nuestras carreteras. Acabamos de estrenar un fantástico mapa interactivo en el que puedes ver rápidamente todos los radares ordenados por provincias y también por rutas.
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AEA denuncia también que, en muchos casos, los radares se han colocado muy lejos de lugares de conflicto. Destacan el caso de un cinemómetro ubicado en el kilómetro 522,150 de la A-6, en la provincia de Lugo. Este aparato se encuentra a 57 kilómetros del “punto negro" más cercano.No es la primera vez que la AEA analiza los radares. Ya en 2005, cuando la DGT anunció la instalación de las primeras 41 máquinas, AEA las revisó y alertó de que la inmensa mayoría de ellas tampoco estaban bien situadas. De hecho, entonces constataron que en el 70 por ciento de los casos no había habido ningún accidente en cinco años.
La AEA recuerda que aquel estudio, como el de ahora, responden a la información que la DGT publicó en julio de 2005 asegurando que los radares se colocarían en puntos de especial siniestralidad donde la velocidad fuera un factor agravante.Actualmente, la DGT lleva a cabo una amplia campaña de instalación de radares en las carreteras españolas. Desde julio de 2005, se han instalado más de 137 y se espera que en 2007 funcionen ya 515.Ante esta situación, Mario Arnaldo, presidente de AEA, explica que “los datos demuestran que el diagnóstico hecho por la DGT es erróneo y que los radares tienen un fin recaudatorio.
Además, en Francia, como en el resto de Europa, todos los radares están bien señalizados, algo que, como denuncian muchas instituciones, no sucede en nuestro país.Mario Arnaldo ha querido responder a través de Autopista.es a las declaraciones que Pere Navarro hizo hace unos días en el Senado. Allí, el responsable de Tráfico cifró en un 5,15 por ciento el descenso de la accidentalidad durante el primer trimestre del año, dato que calificó como un éxito.
Es más, Arnaldo ha comparado los números aportados por Navarro con los registrados en Portugal y Francia, donde, durante el primer trimestre, las reducciones han sido del 30 y del 15,5 por ciento respectivamente.
¿Qué te parece a ti de los radares? ¿Crees que están puestos para evitar accidentes o para “pillar" a los incautos? Opina en
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