Los prototipos de BMW, razones para soñar

BMW cumple cuarenta años desde que el Turbo hizo soñar a los amantes del automóvil en los años setenta. A partir de aquél momento, hemos visto una rica variedad de prototipos alemanes que, cada uno con un fin, nos han hecho soñar con el futuro de los vehículos.

Adrián Lois

Los prototipos de BMW, razones para soñar
Los prototipos de BMW, razones para soñar

Cada vez son más habituales los prototipos de las marcas como anticipo a sus modelos de producción. De éstos distinguimos dos tipos: los que realmente suponen un anticipo, una mirada previa a lo que luego veremos en los concesionarios, y en segundo lugar, aquellos que simplemente son un ejercicio de imaginación trasladado a espectaculares prototipos de formas imposibles, un ‘banco de pruebas’, por decirlo de algún modo. En este reportaje nos centramos en el segundo grupo.

 

La historia de BMW con los prototipos nace en 1972 con el mítico BMW Turbo. A partir de ahí, hemos visto de todo y con todas las intenciones: homenajes a vehículos míticos de la marca, anticipo de los híbridos del futuro, de vehículos inteligentes e incluso vehículos con la carrocería deformable. Los conocemos.

 

BMW Vision ConnectedDrive (2011)

Presentado en el Salón de Ginebra de 2011, el último prototipo de líneas imposibles presentado por BMW se llamó Vision ConnectedDrive, un biplaza cabrio con un objetivo claro: simbolizar la unión entre el vehículo, el conductor, el acompañante y el entorno. ¿Cómo? Pues gracias a un elaborado sistema de tres niveles de iluminación, que permiten visualizar los diferentes aspectos funcionales del BMW Vision ConnectedDrive: confort, seguridad, entretenimiento e información.

 

El primer hilo luminoso, de color rojo, se presenta como la principal zona de seguridad y discurre desde los grupos ópticos delanteros hasta los traseros y, entre medias, delimita el hueco del conductor. El segundo color, el azul, se refiere al espacio dedicado al entretenimiento: el acompañante tiene a su disposición una pantalla táctil a través de la que puede bajar música y aplicaciones de entretenimiento. Por último, el color verde significa confort, y permite acceder a los datos de tráfico, de navegación, de Internet, etc., y guiarnos a puntos de interés.

 

BMW 328 Hommage (2011)

El Concurso de Elegancia de Villa d’Este del 2011 fue el escenario elegido por BMW para presentar su reinterpretación de uno de sus grandes mitos, el BMW 328. Con motivo de su 75 aniversario, el mítico roadster –vencedor en las Mille Miglia de la época– volvió a ver la luz en una interpretación en clave moderna llamada 328 Hommage. BMW lo presentó como el BMW 328 que se podría haber visto ‘como si se construyese en la actualidad’ con los últimos conocimientos técnicos.

 

El BMW 328 Hommage sirvió también para demostrar el interés de la marca bávara por los materiales compuestos de bajo peso, ya que en el caso de este clásico reinventado ha sido construido en plástico reforzado de fibra de carbono. Gracias a este material, lejos del aluminio y el magnesio utilizado en el 328 original, el peso se queda en tan sólo 780 kilogramos. En el exterior no faltan los guiños al roadster original, tanto en el diseño de las llantas como en las correas de cuero para sujetar el capó, en esta ocasión como elemento decorativo. Es en el interior de aspecto minimalista donde nos encontramos con lo último en tecnología, con dos iPhones a modo de instrumentación.

  

BMW Vision EfficientDynamics (2009)

BMW sorprendió a todos en el Salón de Frankfurt de 2009 con un prototipo espectacular de superdeportivo híbrido. No llegaba al excentricismo del Vision ConnectedDrive en su diseño, pero sí que llamaba la atención por sus espectaculares líneas. Si el objetivo del prototipo del 2011 era el de mostrar las posibilidades de conectividad de cara al futuro, el Vision EfficientDynamics del 2009 llevaba la eficiencia por bandera.

 

Su mecánica híbrida se combinaba con un diseño futurista y en el que la aerodinámica pedía protagonismo –y las puertas en alas de gaviota también–, con un claro fin eficiente gracias a su coeficiente Cx de 0,22. En su interior habitan dos motores eléctricos, uno en el tren delantero de 82 CV y 22,4 mkg de par, y otro en el tren trasero de 34 CV acoplado a un motor Diesel tricilíndrico de 1,5 litros, turbocompresor y 163 CV. Ambos motores eléctricos son capaces de entregar más potencia durante un tiempo específico –141 CV durante diez segundos en el delantero y 52 CV en el trasero–. Las baterías de litio polímero, de 85 kilos de peso, contaban con una capacidad de 10,8 kWh y con una capacidad de recarga en un enchufe doméstico en tan sólo dos horas –o 44 minutos en un modo de recarga rápido–.

 

Su potencia conjunta es de 356 CV, que lo llevan a realizar un sprint de 0 a100 km/h en tan sólo 4,8 segundos. Sus datos de consumo impresionan para todas las cifras de las que estamos hablando: 3,7 litros a los 100 kilómetros y, en cuanto a nivel de emisiones de CO2, tan sólo 99 g/km.

 

BMW Gina Light Visionary Model (2008)

Si BMW sorprendió a propios y extraños con los protiotipos antes presentados, en 2008 rompió moldes con el Gina Light Visionary Model, y nunca mejor dicho. Aquí no hablamos de prototipo, sino de una filosofía o proyecto de investigación que, como en todos los ‘concept cars’, busca profundizar en soluciones de futuro para hacer mejor a los automóviles. El método del Gina Light es sorprendente, ya que permite moldear la carrocería dependiendo de las necesidades que requiera el conductor.

 

Gracias a una carrocería con revestimiento textil, resistente y deformable adaptada a una estructura reticular de aluminio, en el Gina Light será posible que el capó posterior se transforme en un alerón, o que en los umbrales de las puertas crezcan unos faldones aerodinámicos. Una idea revolucionaria que difícilmente pueda llegar a los vehículos en la actualidad, pero con el que no hay ninguna duda de que pretende cuestionar todo lo que conocemos y, al mismo tiempo, buscar soluciones factibles para el futuro.

 

BMW M1 Hommage (2008)

Si el BMW 328 Hommage reinterpretaba en su 75 aniversario al mítico BMW 328, el M1 Hommage lo hace del primer BMW M1 en su 30 aniversario. El término Hommage –‘homenaje’ en alemán–  dio lugar a un espectacular prototipo presentado en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este 2008, inspirado en el mencionado M1 de 1978 de Giugiaro y también en el BMW Turbo de 1972 –y que veremos más adelante–.

 

Eso sí, con unas impresionantes líneas agresivas y deportivas que nos llaman al recuerdo a modelos de Ferrari o Lamborghini. BMW pretendía con el M1 Hommage remarcar el aprecio de la marca por su propia herencia y, a un mismo tiempo, mostrar ideas que pudiesen servir para futuros modelos.

 

BMW Concept Coupé Mille Miglia (2006)

Está claro que el BMW 328 es por derecho propio uno de los mitos sobre ruedas más valorados y, como no, también por la propia marca germana. Si en 2011 vimos la reinterpretación por su 75 aniversario, cinco años antes, en 2006, el 328 fue también homenajeado, en este caso basándose en el 328 Mille Miglia Touring que ganó la prueba en 1940. y con un prototipo bastante más parecido al original que el 328 Hommage

 

Eso sí, sobre la plataforma del Z4, con las mismas suspensiones pero 23 centímetros más largo y 4 centímetros más bajo, y con un habitáculo que mantiene el espíritu del histórico 328 de carreras. La carrocería, fabricada en aluminio y fibra de carbono, le convierten en más ligero que el Z4, mientras que los grupos ópticos incorporan luces diurnas de LED, respetando el formato circular del original, y las llantas son de 20 pulgadas en neumáticos 245/40. Su propulsor, un 3.2 de seis cilindros en línea que entregan 343 CV.

 

BMW Turbo (1972)

El BMW Turbo de 1972 tiene el honor de ser el primer prototipo desarrollado por BMW. Es más, su novedoso diseño y las novedades en el apartado de seguridad que incorporaba lo convirtieron en uno de los ‘concept car’ más importantes de la historia, como así lo demuestra el premio al mejor prototipo del año 1972. Tan sólo dos unidades se construyeron del BMW Turbo, que cuenta con puertas en alas de gaviota, que descansan en los museos de la marca en Alemania y Estados Unidos. Su interior es particularmente llamativo, inspirado en los aviones de combate y con el asiento en posición central.

 

El creador del BMW Turbo fue Paul Bracq, que lo definió como un ‘ejercicio de libertad’, manteniendo a un mismo tiempo la esencia de los BMW de los años setenta. Su diseño no pasa desapercibido, con un aire italiana pero siempre con el carácter alemán de la marca. Sus líneas inspiraron a futuros modelos como el BMW M1, el Z1 o el Serie 8. Su motor, un cuatro cilindros 1.9, desarrollaba 280 CV, alcanzaba el BMW Turbo los 264 km/h. Como decíamos, este prototipo fue reconocido por los elementos de seguridad que incorporaba, novedosos para la época en la que se enmarca, y entre los que destaca el sistema que no permitía encender el vehículo a menos que el conductor tuviese puesto el cinturón.