Los países árabes se niegan a producir más petróleo

La Opep saca pecho. Tras las críticas recibidas por su fragilidad a la hora de apoyar el embargo de petróleo declarado unilateralmente por Irak, el cártel se juramenta ahora para no aumentar la producción a partir de junio. Ni siquiera parece importarle la desafección de Rusia, que acaba de anunciar que abrirá más el grifo de sus extracciones.

Los países árabes se niegan a producir más petróleo
Los países árabes se niegan a producir más petróleo

La Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (Apaep), una asociación "hermana" de la

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Opep integrada por siete de los miembros de ésta (todos los países árabes) más Egipto, Siria, Túnez y Bahrein, ha rechazado cualquier posibilidad de aumentar la producción de petróleo en junio.

Como se sabe, en ese mes deberán reunirse los dirigentes de la Opep para decidir si incrementan su volumen de extracciones, reducido desde enero a su nivel más bajo desde 1993.

Los países árabes, núcleo duro de la Opep junto con Venezuela, se oponen así a las peticiones que les llegan de varios puntos para que aumenten su oferta y hagan bajar los precios. En los últimos meses, el petróleo se ha encarecido notablemente, pero los miembros de la Apaep, y, por ende, los de la Opep, consideran que los precios actuales son justos y que la oferta y la demanda están equilibradas. Aseguran que si el barril ha subido su cotización, se debe, sobre todo, a problemas políticos (la crisis de Oriente Medio y el embargo iraquí) y a los especuladores de los mercados occidentales, que están acaparando crudo.

Este atrincheramiento de la Opep, orquestado a través de su organización "hermana", responde con firmeza a las críticas que ha recibido el cártel por no apoyar a Irak en su protesta contra la política estadounidense e israelí en Palestina. El régimen iraquí se ha lamentado de la falta de unidad de los países árabes al no secundar su embargo petrolífero. Esta queja abrió una grieta en la Opep que muchos de sus enemigos han tratado de agrandar. Ahora, la organización cierra filas y se encastilla en su estrategia de precios altos.

Los países árabes han recordado que, si bien no utilizarán el petróleo como un arma contra Occidente, es "fundamental terminar con la agresión israelí contra el pueblo palestino".

Al tiempo, Arabia Saudí garantizó una vez más que, si se produce desabastecimiento, la Opep responderá con un incremento del bombeo para que no falte petróleo en ningún momento.

La posición de Rusia
Esta actitud conciliadora de Arabia Saudí es un arma de doble filo. Saben que Rusia acaba de anunciar que abandona el pacto de reducción de extracciones para el segundo semestre del año, lo que podría echar a perder la táctica de la Opep, porque el gigante euroasiático podría "inundar" los mercados de petróleo y hacer caer los precios.
Al tiempo, Arabia Saudí sabe que un mayor endurecimiento por parte de la Opep haría que los consumidores buscasen crudo en otros mercados, como Rusia, que es de los más grandes.

Por estas razones, ante la amenaza de pérdida de clientes y hundimiento de precios, Arabia Saudí, que necesita el dinero del petróleo para mantener el país en marcha, trata de calmar a todos. Asegura que no faltará crudo y, al tiempo, se juramenta con sus aliados árabes para mantener un nivel de precio que le convenga. Los movimientos de Rusia parecen ser la clave de lo que suceda en los próximos meses.

Una reunión de expertos se reunirá en Viena a mediados de junio para preparar el encuentro del día 26 de junio de la Opep. En este comité se trazarán las líneas tácticas para convencer a Rusia y los otras naciones petroleras no alineadas de la necesidad de mantener el "status quo" actual y unos precios elevados.

Lo que está claro es que la Opep trata de recomponer su vigor de principios de año. Esto es una mala noticia para los consumidores, pues significa que el petróleo no bajará, con lo que tampoco habrá combustibles más baratos. (El barril cotiza por encima de los 27 dólares en Nueva York y supera los 26 en Londres)