Con el inicio de la XIII legislatura de nuestro país, también se ha publicado un documento que ya es tradición cada vez que hay elecciones: la declaración de bienes y rentas de los diputados que formarán parte del Congreso los próximos años.
Y con cada nueva publicación, la polémica está servida. Ausencia total de vehículos eléctricos, apenas tres híbridos, un par de automóviles movidos por GLP y políticos que no especifican su modelo, si son gasolina o diésel e, incluso, que declaran no tener vehículo propio. A continuación, te mostramos los casos más llamativos.
Los coches de los líderes de los cinco principales partidos, ¿transparentes?
El presidente del Gobierno ya no cuenta con el Peugeot 407 de 2005 que sí ha publicado en las ocasiones anteriores. Según el documento, Pedro Sánchez ya no cuenta con la berlina y tampoco ha dado de alta otro vehículo, aunque hay que tener en cuenta que sus viajes los podrá realizar en el Audi A8L que presidencia del gobierno tiene adjudicado.
El otro gran líder, en este caso del Partido Popular, que asegura no tener coche en propiedad es Pablo Casado. El líder de los Populares y la segunda persona más votada no ha declararo ningún vehículo, aunque es posible que se trate de un renting o un leasing, modalidades de pago que los diputados no están obligados a hacer públicas.
Esto mismo parece suceder en el caso de Albert Rivera. El máximo responsable del Ciudadanos dice tener en el documento un Volkswagen Golf del año 2011, pero no hay que olvidar que al primer debate televisado, el que tuvo lugar en TVE, se bajo de un Lexus LS500h. El automóvil estaba valorado en 150.000 euros pero según las informaciones de Moncloa.com, el líder naranja posee este automóvil mediante renting. También ha desaparecido de la declaración de bienes la motocicleta Yamaha que sí publicó en el ejercicio anterior y con la que le pudimos ver haciendo campaña.
La transparencia tampoco es el fuerte de Pablo Iglesias. El dirigente de Unidas Podemos ha declarado tener en legislaturas anteriores un Dacia Sandero, pero al debate mencionado llegó con un Volkswagen Golf de última generación. Este debe ser el vehículo declarado ya que en el documento sólo puede leerse “turismo de 2017".
Por su parte, Santiago Abascal sí deja claro el modelo que tiene en propiedad. El político de Vox cuenta con un Jeep Commander en propiedad desde el año 2015, aunque no se especifica su motorización o el combustible que lo mueve. Del mismo modo, también declara una motocicleta BMW R80RT.
Los ministros más destacados
Si algo soprende en la declaración de bienes de los ministros es la inexistencia de vehículos con etiqueta ECO o Cero Emisiones (de estos últimos no hay ninguno en todo el congreso de los diputados), salvo por Isabel Celaá, responsable de Educación, quien afirma tener en propiedad un Toyota Auris híbrido desde 2017.
Ningún otro ministro dice tener un coche de características similares. Llama la atención especialmente la posesión de un Audi A4 TDI 1.9 de 1998 por parte de María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad. Esta representante del Gobierno de Pedro Sánchez fue la encargada de anunciar las subidas esperadas del diésel, aunque en su favor diremos que es de los pocos políticos que especifican la motorización de su automóvil, a pesar de que no cuente con etiqueta de la DGT.
Teresa Rivera, ministra de Transición Ecológica tampoco dice poseer algún eléctrico, híbrido o automóvil de combustible alternativo. En su lugar, un Peugeot 307 de 2007 y un Peugeot 5008 de 2011 son los vehículos que aparecen en su declaración de bienes. Todo lo contrario sucede con Pedro Duque, ministro de Ciencia, quien se limita a señalar “coche" como referencia a su automóvil particular.
Por su parte, José Luis Ábalos, ministro de Fomento, tiene un Toyota RAV4 de segunda mano, adquirido en 2013 pero matriculado por primera vez en 2003. Otro caso curioso es el de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien dice contar en el garaje con un Nissan Primera del año 2000. Magdalena Valerio, ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social no cuenta con un coche en propiedad.
Los coches más curiosos de los diputados
Repasados los vehículos de los diputados más conocidos, dedicamos este espacio a los automóviles más curiosos que nos hemos encontrado entre los políticos.
Entre automóviles poco vistos en nuestro país, Ana Oramas, portavoz de Coalición Canaria, cuenta desde 1998 con un Volkswagen Fox, del que incluso especifica el número de bastidor. También nos ha sorprendido el Hyundai Trajet que María del Carmen González, diputada del PP, tiene al 50 por ciento desde 2004. También a medias cuenta con un Peugeot 207 y un BMW GT.
Entre los amantes de los automóviles, Marcos de Quinto, diputado por Ciudadanos y ex vicepresidente mundial de Coca Cola, tiene un garaje que sería la envidia de muchos de nuestros lectores. Dos Porsche 911 Carrera 4S de 1999 y 2018 figuran en su declaración de bienes, además de un Citroën Mehari de 1983 y un Volkswagen Polo 6R. Para el campo, dos Toyota Hilux, un Mitsubishi Montero, una Ford Transit Connect y un Buggy RBS Obey Eco. En el apartado de motocicletas, dos Harley Davison, una BMW GS80 Paris-Dakar y una Ossa 250 E71 se suman a otros cinco modelos.
Otro de los modelos más curiosos que hemos visto es el Opel Rekord Olimpia, modelo que destacó en los años 60 en Europa, de Ortega Smith, diputado de Vox. Y otro de los amantes de los automóviles era José María Barrios Tejero, quien fue diputado por el Partido Popular en la pasada legislatura y que tenía en posesión un Seat 600 y un Volkswagen Escarabajo, ambos de 1972, un Dodge 3700GT de 1978, un BMW 318 de 1990, un Audi A2, un BMW X3 y un BMW 735i de 2001.