¿Son seguros los coches eléctricos? La respuesta es SÍ. Los últimos test de choque de seguridad Euro NCAP colocan, de hecho, al eléctrico Tesla Model 3 como uno de los vehículos más seguros de los analizados por este organismo europeo en 2019. Sin embargo, recientes informes facilitados por varias aseguradoras europeas certifican que los automóviles puramente eléctricos tienen más probabilidades de estar implicados en accidentes que los impulsados por un vehículo gasolina o diésel. ¿La principal razón? Las peculiaridades en el funcionamiento de los propios automóviles eléctricos.
En un reportaje publicado por nuestros colegas alemanes de Auto motor und sport, que a su vez citan como fuente principal la información elaborada por el diario danés Politiken, se señala que los últimos informes realizados por varias aseguradoras europeas no son nada positivos sobre el nivel de siniestralidad de los vehículos eléctricos. En esta información, se revelan los datos de los estudios de tres aseguradoras de Dinamarca, uno de los países de nuestro continente con mayor volumen de ventas de los vehículos eléctricos. Los datos de las aseguradoras danesas Topdanmark, Tryg y Codan son bastante reveladores, ya que los automóviles eléctricos tienen un 20 por ciento más de probabilidades de estar involucrados en accidentes que otros tipos de vehículos. En los modelos de la marca Tesla, es incluso del 50 por ciento. Sólo en los últimos dos años, se registraron 1.500 accidentes con vehículos de la marca estadounidense en Dinamarca.
Según la información publicada por Politiken y Auto motor und sport, la fuerte aceleración de los vehículos eléctricos es un arma de doble filo: en primer lugar, puede ser positiva por su gran capacidad de respuesta; en segundo lugar, y aquí viene el principal aspecto a tener en cuenta, no todos los conductores están capacitados para asumir ese gran poder de aceleración, sobre todo si antes no han conducido un vehículo puramente eléctrico. Por otro lado, la ausencia total de ruido también “engaña" al conductor sobre la aceleración que está teniendo lugar, además de ser otro gran peligro en las ciudades, ya que los peatones no se percatan de la presencia o llegada a sus inmediaciones de un vehículo eléctrico (por este último motivo, la Unión Europea ya estableció una normativa común por la que los coches eléctricos deben emitir de forma obligatoria un sonido externo y artificial, al menos a bajas velocidades o en recorridos por ciudad).
Los datos de las aseguradoras danesas también vienen apoyados por los datos de accidentalidad ocurridos en Noruega, país en el que el 42,4 por ciento de los vehículos nuevos vendidos durante 2019 tenían propulsión puramente eléctrica. Según los datos oficiales registrados en el país escandinavo, la mitad de los nuevos propietarios de automóviles electrónicos tuvieron algún tipo de accidente o percance durante el primer año, mientras que los datos de siniestralidad de los propietarios de un vehículo nuevo con un motor de combustión interna durante el primer año osciló entre el 25 y el 30 por ciento.
“Obviamente, las personas tienen que acostumbrarse a algo completamente diferente. Hay una gran diferencia si se presiona el pedal del acelerador en un automóvil eléctrico respecto a un vehículo con un motor de combustión interna. Descubrimos que el daño ocurre principalmente en las partes delanteras del automóvil y que los accidentes ocurren al arrancar y al detenerse", ha afirmado Søren Friis, uno de los máximos responsables de Codan RSA Insurance Group, una de las mayores multinacionales de seguros generales a nivel mundial con destacada presencia en Reino Unido, Canadá, Irlanda y países escandinavos (Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Islandia e Islas Feroe). Según las estadísticas, el número de accidentes de los vehículos eléctricos debería disminuir después de unos ocho meses de aclimatación del nuevo propietario.