Los afectados por el "caso Firestone" acusan a la compañía de intentar evitar los juicios

Los abogados demandantes de Bridgestone/Firestone han denunciado que la marca de neumáticos está usando como amenaza su posible bancarrota para lograr acuerdos económicos rápidos antes de llegar a juicio.

La compañía, que está afrontando más de 200 juicios a causa de los neumáticos defectuosos, ha sido acusada de presionar para llegar a acuerdos con los demandantes. Los abogados de la acusación han señalado que los letrados de la compañía fabricante de cubiertas usan para describir la situación de Firestone frases como "bancarrota", "luchando por la supervivencia" o "intentando mantenerse a flote".
Uno de los abogados que ha llegado a acuerdos ya con Firestone ha indicado que este era un tema recurrente en los encuentros con los representantes del fabricante de cubiertas. Ante estas acusaciones, el director general de la compañía, John Lampe, ha señalado: "nunca he oído nada al respecto". Uno de los portavoces de Firestone, Jill Bratina, ha afirmado, por su parte, que la situación financiera es sólida.
Si Bridgestone/Firestone se declarase en bancarrota, la gente que hubiera ganado procesos contra la compañía debería esperar varios años antes de cobrar las indemnizaciones, ya que sería prioritario el pago a los acreedores de la compañía.
Por otra parte, Firestone está en conversaciones con algunos jueces de Texas, donde tiene gran parte de sus procesos, con el fin de posponer los juicios. La excusa que la compañía ha utilizado para solicitar estos aplazamientos es el fichaje del republicano Juan Hinojosa como parte de su equipo legal.